Robert Darling, un hombre desempleado de 58 años oriundo de Nueva Jersey, camina hace 12 años, dos veces a la semana, por Nueva York, buscando alguna mujer que se quiera casar con él.
Para que lo ubiquen fácilmente, Darling lleva encima un cartel que aclara: ¨Busco mujer adinerada que se quiera casar conmigo¨, junto con su número de teléfono y su email. Robert aún no tuvo mucho éxito en su búsqueda.