En este dominicano de noble fervor patriótico encontramos el auténtico paradigma para la elaboración de un sistema político y económico seguro y transparente; el patricio rindió cuenta clara de su gestión, ahora me toca a mí, a ti y a todo aquel que de una manera u otra se le ha confiado administrar un fondo económico u otro asunto.
La honestidad en cualquier gestión es la medicina adecuada para erradicar la corrupción. Hoy en día la corrupción es permeable en varias arias gubernamentales y esta causando distorsión en institucionalidad dominicana; es alarmante esa gran concentración de riqueza en manos de uno pocos mientras una gran mayoría de los dominicanos nadan en la pobreza indigente.
Nunca como ahora han coexistido en un país tantas pobrezas y tantas riquezas la vez. Juan Pablo Duarte, objeta ante esta desigualdad exigiendo una mayor equidad ante esta desproporción injusta, codiciosa y ambiciosa.
No se como se duerme tranquilo con una conciencia culpable e intranquila... y no olviden que el grito del pobre atraviesa la nube y Dios como justiciero esta reclamando el derecho del pobre.
Por: Padre Santiago Bautista
