Aunque el tema es muy serio, este estudio, realizado por
un grupo de profesionales de la Universidad de
Oxford y de Northumbria,
afirma que la
relación de tamaño entre el índice y el anular indica una tendencia a la
infidelidad y la
promiscuidad.
Bajo el nombre de “Stay
or Stray? Evidence for Alternative Mating Strategy Phenotypes in Both Men and
Woman” (“Quietito
o perdidito” – traducción libre), esta tesis defiende que,
comparando ambos dedos de la mano derecha, si se tiene el anular más largo que
el índice, la tendencia de esa persona a ‘poner
los cuernos’ es mucho mayor.
Tras revisar la ‘diestra’ de 1.314 personas
(entre 18 y 63 años) y
realizar un ‘test anónimo sobre infidelidad y promiscuidad’ (el cuerpo es el
espejo del alma), el estudio concluyó que “aquellas
personas cuyo índice era más corto que el anular tenían altos los
niveles de testosterona,
los cuales se relacionan con una tendencia a la promiscuidad en la vida adulta“.
Además, utilizaron dos variables para obtener los mejores
resultados: una de comportamiento sexual y otra anatómica, que comparó la
proporción de las manos tanto en 2D como en 4D. Así, el 57% de los hombres y el
47% de las mujeres.
Y no se han parado usted a pensar que quizás tuvieron mala
suerte con los entrevistados y
un porcentaje importante eran promiscuos. Porque algo más de 1.300
personas parece una muestra un poquito pequeña para sacar unas conclusiones tan
rotundas. ¿No creéis?