5 de junio de 2015

Thomás Rafael Sosa Rodríguez, el triple homicida, dio muestras de resentimiento debido a unos mensajes peculiares que colgaba en su cuenta de Facebook, dirigido especialmente a las mujeres.
“Ahora dicen las mujeres de la calle que los hombres les decimos chapeadoras para no darle nada.

Les aconsejo a las mujeres serias que no crean eso porque una mujer chapeadora es un cuero, abran los ojos, no se dejen convencer y sigan con su dignidad en alto, si la pierden se convierten en parásitos sin valor”, decía uno de los textos publicados en su cuenta.
En otro mensaje, escribió: “Yo quiero que alguien me diga si una mujer que se vaya a cuerear para Bávaro es progreso, porque estoy confundido en esa partecita jajajaja”.  
Varios expertos han coincidido que el autor que comete un acto de violencia extrema, como el asesinato de una mujer, no surge de forma espontánea, sino que tiene cierto nivel de planificación.
El psicólogo, Eladio Hernández, hace un tiempo explicó que “el hombre que comete un feminicidio ha tenido en su mente hacer ese acontecimiento y, pese a que hay ciertos desencadenantes que le dan un impulso para cometer el homicidio, tal como los celos, el sujeto que tiene ese tipo de comportamiento, siempre lo está planificando”.
Según sus propios escritos en las redes, Sosa Rodríguez destilaba una actitud de resentida hacia la sociedad. Haciendo alarde de su poder económico, el asesino describió sus pertenencias materiales en detrimento de otras personas, específicamente mujeres.
“Creen que la mier.. es huevo, oigan eso, que yo siento envidia por un Honda Accord de 300,000 pesos. Yo tengo una Jeepeta de casi 2 millones y un carro de 600,000 jajaja. Cuando no encuentren que hablar tápense la boca, jajaja que ridículo son estas par de escorias”, se mofaba entonces el homicida. 
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Los mensajes siniestros del asesino de tres mujeres en Moca, colgados en Facebook

Thomás Rafael Sosa Rodríguez, el triple homicida, dio muestras de resentimiento debido a unos mensajes peculiares que colgaba en su cuenta de Facebook, dirigido especialmente a las mujeres.
“Ahora dicen las mujeres de la calle que los hombres les decimos chapeadoras para no darle nada.

Les aconsejo a las mujeres serias que no crean eso porque una mujer chapeadora es un cuero, abran los ojos, no se dejen convencer y sigan con su dignidad en alto, si la pierden se convierten en parásitos sin valor”, decía uno de los textos publicados en su cuenta.
En otro mensaje, escribió: “Yo quiero que alguien me diga si una mujer que se vaya a cuerear para Bávaro es progreso, porque estoy confundido en esa partecita jajajaja”.  
Varios expertos han coincidido que el autor que comete un acto de violencia extrema, como el asesinato de una mujer, no surge de forma espontánea, sino que tiene cierto nivel de planificación.
El psicólogo, Eladio Hernández, hace un tiempo explicó que “el hombre que comete un feminicidio ha tenido en su mente hacer ese acontecimiento y, pese a que hay ciertos desencadenantes que le dan un impulso para cometer el homicidio, tal como los celos, el sujeto que tiene ese tipo de comportamiento, siempre lo está planificando”.
Según sus propios escritos en las redes, Sosa Rodríguez destilaba una actitud de resentida hacia la sociedad. Haciendo alarde de su poder económico, el asesino describió sus pertenencias materiales en detrimento de otras personas, específicamente mujeres.
“Creen que la mier.. es huevo, oigan eso, que yo siento envidia por un Honda Accord de 300,000 pesos. Yo tengo una Jeepeta de casi 2 millones y un carro de 600,000 jajaja. Cuando no encuentren que hablar tápense la boca, jajaja que ridículo son estas par de escorias”, se mofaba entonces el homicida.