2 de julio de 2015


Atrévase a experimentar, al mismo tiempo, alegría, miedo, ira, tristeza y hasta asco todos hemos pasado por una situación en la que definitivamente no sabemos cómo reaccionar. Pero nunca nos habíamos imaginado la posibilidad de que pequeños seres que habitan en nuestro cerebro son los encargados de dirigir cada una de nuestras reacciones o sentimientos.

Pixar, fue quien decidió darnos una pista de lo que puede estar sucediendo en nuestra cabeza cada que nos sentimos confundidos, alegres, enojados y hasta antipáticos. 
Si aún no ha visto la peli, conozca a los personajes que podrían estar viviendo dentro de su cabeza con la peli Intensamentey atrévase a vivir sus emociones al máximo.
El panorama mental es descubierto gracias a la joven Riley, que tiene que dejar toda su vida en el Medio Oeste cuando a su padre le ofrecen un nuevo trabajo en San Francisco.

Como el resto de las personas, Riley se deja llevar por sus emociones: Alegría, Miedo, Ira, Asco y Tristeza. Todas ellas viven en los Cuarteles Generales, que es el centro de control de la cabeza de la joven y desde allí le ayudan y aconsejan a lo largo de los días.
Sin embargo, las emociones chocan y aunque Alegría, que es la emoción principal y la más importante para Riley, intenta mantener su actitud positiva, a la hora de elegir nuevo hogar, nueva ciudad y nueva escuela hace que se cree un caos en los Cuarteles Generales.

Más allá de la interesante odisea que deben pasar las emociones para volver a poner en orden la mente de Riley, pues la historia deja al descubierto la difícil y dolorosa búsqueda de equilibrio emocional que nos permite salir adelante del desmoronamiento de las emocionales y que conforman nuestra identidad e integridad moral.
En el caso de la joven se ve reflejado en el abandono de su antiguo hogar y entorno, y el no deseado e intempestivo ingreso a un hábitat impredecible, gris y tosco, un entorno donde se pierde la mudanza, hay que dormir en el suelo, se atrofian las habilidades sociales y deportivas, los padres ya no parecen tan divertidos y sensatos y que, en el colmo de los colmos, la pizza lleva brócoli.
Es claro que Riley no la tiene nada fácil. Su nuevo mundo, su casa, su colegio y su ciudad no se parece ni de lejos a su antiguo mundo. Está confundida, nostálgica, enfadada. Ya nada es seguro y grato. La ira, el miedo, el disgusto y la tristeza, sobre todo la tristeza, empiezan a apoderarse de su ánimo en menoscabo de la alegría. Pero la alegría, detrás de esa euforia y sonrisa permanente, es una emoción más bien opresiva, que se cree con el derecho de decirles a sus colegas qué hacer y qué no hacer, cuándo aparecer y cuándo desaparecer.
 

Pero, como en toda buena aventura de formación, como lo es Intensamente, Riley va creciendo y descubre poco a poco algo esencial para ella: que para lograr su verdadero equilibrio debe reconocer que la tristeza, la ira, el disgusto y el miedo no son emociones tóxicas y vergonzantes, sino que, de hecho, bien dosificadas son enteramente saludables y necesarias. 

Y más aún, Riley aprende que sin ellas la alegría no deja de ser sino una emoción agobiante, una tirana desconsiderada y empalagosa y, al fin de cuentas, predecible hasta al fastidio.

¿Qué tipo de persona quiere ser? Los productores de la película dijeron que querían que la protagonista, Riley, tuviera una personalidad feliz. Sin embargo, cada persona tiene el poder de darle mayor importancia a una emoción la cual dirigirá su centro de control. 

Es por eso que algunos son simplemente tristes, miedosos, furiosos, etc.
Respetar que cada persona es diferente. Cada ser vivo es un universo independiente en el cual suceden mil cosas en el interior para garantizar su funcionamiento. 

Entendiéndolo así, la película invita a respetar y tolerar las personalidades y comportamientos de los demás.


Adaptarse a las nuevas situaciones cuando algo extraño sucede. Cualquier cosa puede pasar en el momento menos esperado. Sin embargo, la situación puede resultar positiva, dependiendo de la actitud con la que se asuma.

Todas las personas cumplen un papel fundamental en su entorno, es por eso que hay que valorar su papel por pequeño que este sea. No hay trabajo más honorable que otro, el mundo funciona gracias a los equipos.

Sentirse triste no es algo malo. Muchas veces es necesario dejar salir aquellos sentimientos un poco negativos, para liberar las cargas. Al ver una situación desde afuera puede resultar menos complicada.
El diálogo interno es primordial para la calidad de vida. Como una persona se asume es directamente proporcional a como la asumen las personas. Es vital trabajar de una forma emocionalmente sana. Muchas personas olvidan su potencial interno y se sienten inseguras o vulnerables.

Los recuerdos tienen vital importancia en el comportamiento de todas las personas. Es por eso que es importante alimentar la mente de buenos momentos, en lugar de solo horas y minutos vacíos, como los que deja la monotonía o la rutina. El tiempo en familia es supremamente valioso.

La mente trabaja de formas misteriosas. Sin embargo, muchas veces se les da mucha vuelta a ciertos pensamientos que no tienen ningún sentido. Es necesario ser selectivo con lo que se piensa, para obtener siempre un mejor provecho.



Todos pueden tener una tierra de la imaginación y una lista de locuras. 


Muchos temen ser ‘tontos’ con sus ocurrencias, algo necesario para mantener el buen humor y las relaciones con los demás.


Según doctor Dacher Keltner, quien fue el experto en psicología de las emociones consultado para la película, “la aceptación es una importante conclusión, tanto de la película como de una serie de estudios científicos acerca de las emociones.

 “Yo creo que nuestras emociones oscilan”, dice. “Habrá un momento en que tu mente esté llena de temor —un segundo o dos— antes de pasar a la furia. La película retrata esa lucha sobre el panel de control, que yo creo que es científicamente verdadero. Pero una de las lecciones clave es que debemos abrazar todas las emociones que tenemos.

Debemos entender que son parte de nuestra mente normal y cotidiana y que eso está bien”, dice el experto
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Intensa-Mente, una aventura de película para vacaciones


Atrévase a experimentar, al mismo tiempo, alegría, miedo, ira, tristeza y hasta asco todos hemos pasado por una situación en la que definitivamente no sabemos cómo reaccionar. Pero nunca nos habíamos imaginado la posibilidad de que pequeños seres que habitan en nuestro cerebro son los encargados de dirigir cada una de nuestras reacciones o sentimientos.

Pixar, fue quien decidió darnos una pista de lo que puede estar sucediendo en nuestra cabeza cada que nos sentimos confundidos, alegres, enojados y hasta antipáticos. 
Si aún no ha visto la peli, conozca a los personajes que podrían estar viviendo dentro de su cabeza con la peli Intensamentey atrévase a vivir sus emociones al máximo.
El panorama mental es descubierto gracias a la joven Riley, que tiene que dejar toda su vida en el Medio Oeste cuando a su padre le ofrecen un nuevo trabajo en San Francisco.

Como el resto de las personas, Riley se deja llevar por sus emociones: Alegría, Miedo, Ira, Asco y Tristeza. Todas ellas viven en los Cuarteles Generales, que es el centro de control de la cabeza de la joven y desde allí le ayudan y aconsejan a lo largo de los días.
Sin embargo, las emociones chocan y aunque Alegría, que es la emoción principal y la más importante para Riley, intenta mantener su actitud positiva, a la hora de elegir nuevo hogar, nueva ciudad y nueva escuela hace que se cree un caos en los Cuarteles Generales.

Más allá de la interesante odisea que deben pasar las emociones para volver a poner en orden la mente de Riley, pues la historia deja al descubierto la difícil y dolorosa búsqueda de equilibrio emocional que nos permite salir adelante del desmoronamiento de las emocionales y que conforman nuestra identidad e integridad moral.
En el caso de la joven se ve reflejado en el abandono de su antiguo hogar y entorno, y el no deseado e intempestivo ingreso a un hábitat impredecible, gris y tosco, un entorno donde se pierde la mudanza, hay que dormir en el suelo, se atrofian las habilidades sociales y deportivas, los padres ya no parecen tan divertidos y sensatos y que, en el colmo de los colmos, la pizza lleva brócoli.
Es claro que Riley no la tiene nada fácil. Su nuevo mundo, su casa, su colegio y su ciudad no se parece ni de lejos a su antiguo mundo. Está confundida, nostálgica, enfadada. Ya nada es seguro y grato. La ira, el miedo, el disgusto y la tristeza, sobre todo la tristeza, empiezan a apoderarse de su ánimo en menoscabo de la alegría. Pero la alegría, detrás de esa euforia y sonrisa permanente, es una emoción más bien opresiva, que se cree con el derecho de decirles a sus colegas qué hacer y qué no hacer, cuándo aparecer y cuándo desaparecer.
 

Pero, como en toda buena aventura de formación, como lo es Intensamente, Riley va creciendo y descubre poco a poco algo esencial para ella: que para lograr su verdadero equilibrio debe reconocer que la tristeza, la ira, el disgusto y el miedo no son emociones tóxicas y vergonzantes, sino que, de hecho, bien dosificadas son enteramente saludables y necesarias. 

Y más aún, Riley aprende que sin ellas la alegría no deja de ser sino una emoción agobiante, una tirana desconsiderada y empalagosa y, al fin de cuentas, predecible hasta al fastidio.

¿Qué tipo de persona quiere ser? Los productores de la película dijeron que querían que la protagonista, Riley, tuviera una personalidad feliz. Sin embargo, cada persona tiene el poder de darle mayor importancia a una emoción la cual dirigirá su centro de control. 

Es por eso que algunos son simplemente tristes, miedosos, furiosos, etc.
Respetar que cada persona es diferente. Cada ser vivo es un universo independiente en el cual suceden mil cosas en el interior para garantizar su funcionamiento. 

Entendiéndolo así, la película invita a respetar y tolerar las personalidades y comportamientos de los demás.


Adaptarse a las nuevas situaciones cuando algo extraño sucede. Cualquier cosa puede pasar en el momento menos esperado. Sin embargo, la situación puede resultar positiva, dependiendo de la actitud con la que se asuma.

Todas las personas cumplen un papel fundamental en su entorno, es por eso que hay que valorar su papel por pequeño que este sea. No hay trabajo más honorable que otro, el mundo funciona gracias a los equipos.

Sentirse triste no es algo malo. Muchas veces es necesario dejar salir aquellos sentimientos un poco negativos, para liberar las cargas. Al ver una situación desde afuera puede resultar menos complicada.
El diálogo interno es primordial para la calidad de vida. Como una persona se asume es directamente proporcional a como la asumen las personas. Es vital trabajar de una forma emocionalmente sana. Muchas personas olvidan su potencial interno y se sienten inseguras o vulnerables.

Los recuerdos tienen vital importancia en el comportamiento de todas las personas. Es por eso que es importante alimentar la mente de buenos momentos, en lugar de solo horas y minutos vacíos, como los que deja la monotonía o la rutina. El tiempo en familia es supremamente valioso.

La mente trabaja de formas misteriosas. Sin embargo, muchas veces se les da mucha vuelta a ciertos pensamientos que no tienen ningún sentido. Es necesario ser selectivo con lo que se piensa, para obtener siempre un mejor provecho.



Todos pueden tener una tierra de la imaginación y una lista de locuras. 


Muchos temen ser ‘tontos’ con sus ocurrencias, algo necesario para mantener el buen humor y las relaciones con los demás.


Según doctor Dacher Keltner, quien fue el experto en psicología de las emociones consultado para la película, “la aceptación es una importante conclusión, tanto de la película como de una serie de estudios científicos acerca de las emociones.

 “Yo creo que nuestras emociones oscilan”, dice. “Habrá un momento en que tu mente esté llena de temor —un segundo o dos— antes de pasar a la furia. La película retrata esa lucha sobre el panel de control, que yo creo que es científicamente verdadero. Pero una de las lecciones clave es que debemos abrazar todas las emociones que tenemos.

Debemos entender que son parte de nuestra mente normal y cotidiana y que eso está bien”, dice el experto