La madre de la menor, Yolandita Cabrera cuenta que en la tarde de ese día todo marchó con normalidad. “La niña estaba en la casa, comió mango conmigo, con su padre (Manuel Reyes Mendez), jugó conmigo, fue donde el tío, volvió, y cuando fue a la campaña fue que se la llevaron”, el pasado jueves de la Comunidad Los García, en la Guayiga, Santo Domingo Oeste.
“Carla Massiel Cabrera Reyes fue a una campaña, cuando la fui a
buscarla no la encontré, ella estaba junto con la hermanita, cuando la hermanita
se desapartó de ella para ir a tomar agua donde una amiguita, cuando ella
volvió no estaba en el lugar”, prosigue.
La mujer angustiada admite que no estaba
con sus dos retoños, aunque cuenta que las niñas ya estaban acostumbradas a ir
a esas actividades de la iglesia cristiana de la zona, que se realizan cerca de
su casa y que siempre las dejaba al cuidado de un hermano suyo de nombre
Martín. “No, yo no fui con ellas, pero cada vez que hacen campaña ellas van y
cuando se termina yo voy y las busco y nos acostamos temprano”, relata.
Al ser cuestionada sobre si su tío pudo
verlas la noche del jueves, presume que no, porque al parecer había mucha gente
y las pequeñas no lograron verlo, además si estuviesen con él, reflexiona, esto
no hubiese pasado “porque le tengo mucha confianza, nosotros somos muy unidos”.
La formación de las menores en esta
iglesia, pese a que la madre confiesa que no es cristina, también incluye el
culto del sábado, al que asisten con una joven que las va a recoger a su casa y
luego las va a llevar.
“No sé quien se la llevó ni para qué. Si se
la llevan para hacerme un daño a mí, no sé quién, porque yo no sé hacerle daño
a nadie y mi niña es enferma”, manifiesta con tristeza.
La niña sufre de falsemia y si no le
administran ácido fólico, pierde fuerzas, padece de fiebre y otros síntomas.
“Que por favor, que no me le hagan ningún daño, que quien la tenga que la
suelte y ella pueda ir a la casa”, exclama.
Cabrera solicita a cualquier persona que
tenga a la menor en su poder o la vea en algún lugar se comunique con ella al
teléfono 809-387-8364 ó al 829-329-6232.
Los vecinos no entienden lo sucedido y lo
consideran como muy extraño, ya que a esas actividades cristianas siempre va
gente del sector. Alegan no conocer bien la relación que mantiene esa familia,
la que también es integrada por el niño Ángel Gabriel de 13 años, porque
no tienen más de un mes residiendo en la vivienda actual, ni en el sector, ya
que antes vivían en otra comunidad.
Fuente: Listin Diario