Cuando
anunciaron el pasado viernes 11 de septiembre, que la Loto de Puerto Rico,
tenía acumulado 32 millones, una cifra apetitosa con la crisis económica que
nos arropa en la isla, me quedé boba con todas las personas buscando dinero
prestado para jugar.
De inmediato todos los jugadores enviciados salieron a jugar sus números buscando suerte, una pegadita nomás, para no trabajar más (no dar jamás un tajo) expresó mi vecino muy esperanzado.
La
Ludopatía es una adicción patológica a los juegos de azar donde a los ludópatas
les invade un deseo irreprimible de jugar, pese a que las personas están
consciente de sus consecuencias. Cada
día el vicio por los juegos de azar aumentan en la isla del encanto, no es para
menos, no se ve fluir el dinero, la recesión flota, se siente y por un pesito
te haces millonario, ése es el slogan en la calle.
No
es juego, muy preocupante la situación de personas que han perdido sus hogares,
casas, empleos y fortunas por causa del bendito juego de maquinita,
casino, pocker, lotería instantánea, loto, billetes, quinielas, pega 2
pega 3 y pega 4 y todos los juegos inventados para que las personas jueguen
hasta los panties y la vida misma.
Escucho
anuncio por televisión "Juega, juega, juega", aún sabiendo que el que
" Juega por necesidad, pierde por obligación", según reza un famoso
refrán.
En
los 25 años de la historia debla lotería Electrónica de Puerto Rico, 478
personas han logrados acertar los seis números ganadores.
Curiosamente
tres personas indigente, sin hogar, se han sacado la loto en la isla.
Me
sorprende como ése vicio se va apoderando de nuestros hermanos dominicanos y
puertorriqueños, añorando una pegadita, pero en lo llega la suerte, van
gastando su dinero y quizás sea más la sal que el chivo. Los adictos al juego
buscan prestado, empeñan prendas de oro, para jugar, donde cuando les dan una
receta médica para conservar la salud, encuentran los medicamentos caros,
conozco casos que no compran sus medicinas por jugar lotería.
Me apenas que ahora en cada esquina haya una maquinita de jugar, estoy viendo a nuestras mujeres dejar allí su sueldo o lo que se ganaron limpiando casa, cuidando enfermos, duele que después de una mala noche cogiendo bacterias y frío, muchas se detengan a jugar un poco y dejan sus pesitos botado, dinero ganado a puto pulmón pero vicio es vicio, son condiciones que requiere ayuda psicológica, no es fácil dejar hábitos dañinos, pero tampoco es imposible.
!No
al juego de azar!
Por Dominga Valdez