Comer le produce nauseas y dolor intenso, por lo que la única forma de alimentarse es a través de dos sondas que entran por su estómago y su intestino. Además, Gebert tiene una bolsa de ostomía, que recoge los desechos de su sistema digestivo.
"Todo el mundo está expuesto en la playa, pero yo literalmente tengo que "dejar todo colgando"", escribió la adolescente en una publicación en Mighty. "Tengo una bolsa de ostomía y dos sondas alimentarias, que no son algo que se ve todos los días.
Pero para mí son normales, aunque para los demás sea algo sacado de una película de ciencia ficción".
Sin embargo, según relató esta adolescente en Mighty, ella ha procurado llevar su vida con la mayor normalidad posible.
Gebert cuenta cómo en sus pasadas vacaciones decidió ponerse un bikini, aunque eso revelara todos los dispositivos médicos que lleva en su abdomen.
En el post agradeció a una mujer en la playa que no la miró extrañada –como hacen la mayoría– sino que se acercó para darle las gracias por su muestra de valentía.
Gebert documenta su enfermedad en su cuenta de Instagram. Se trata de una condición muy extraña que no tiene cura y por la que los pacientes deben someterse a diversas cirugías y tratamientos para sobrevivir.
Según afirma, lo hace para que otras personas que como ella sufren de estas enfermedades poco usuales, encuentren apoyo.
