9 de marzo de 2016

Donald Trump y Bernie Sanders salen reforzados de las elecciones primarias de este martes en los Estados de Michigan y Misisipi.  

El magnate inmobiliario se afianza al frente de la carrera republicana a la Casa Blanca y evidencia nuevamente la transversalidad de su fenómeno. El senador socialista lo sigue teniendo difícil para hacerse con la nominación demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, pero su victoria en Michigan demuestra que plantará cara hasta el final a Hillary Clinton.
El republicano Trump ganó las primarias de Michigan (con el 37%), Misisipi (47%) y Hawai (42%), en el decadente cinturón industrial del norte del país y en el religioso sur. Su retórica burlona y populista contra el establishment, los efectos de la globalización comercial y la inmigración le genera votos en los dos extremos del país.
Cuando ya han votado una veintena de Estados a los candidatos, Trump (con 14 victorias) avanza con firmeza hacia la nominación republicana. El senador Ted Cruz se consolida como su única alternativa. Ganó en Idaho (con el 45%), el otro Estado, junto a Hawái, con primarias republicanas este martes. Y quedó segundo en Michigan y Misisipi, según los resultados prácticamente completos.
La demócrata Clinton venció en Misisipi (con 83%), impulsada por el voto negro, pero perdió contra pronóstico ante Sanders (que logró un 50% frente al 48% de la exsecretaria de Estado) en una reñida votación en Michigan. El senador, escorado más a la izquierda que la ex primera dama, exhibió la atracción de su discurso en los Estados de mayoría blanca y más preocupados por la política comercial y la desigualdad de ingresos.
Clinton (que ha ganado 13 Estados) mantiene una cómoda ventaja frente a Sanders (que ha ganado nueve) en el número de delegados necesarios para garantizarse la nominación del partido. Pero los resultados de este martes reflejan una dicotomía: la ex secretaria de Estado tiende a ganar en el sur de EE UU, el senador en el norte.
En el sur, el voto negro y latino es mucho más determinante que en el norte. La evolución de esta tendencia se medirá en las próximas semanas cuando las primarias y caucus(asambleas electivas) se alejen del sur del país, y lleguen a Estados más blancos y progresistas.
Michigan, el Estado que más delegados otorgaba este martes, era un terreno favorable para Trump y Sanders. Ambos candidatos defendían un mayor proteccionismo comercial en una región con una nutrida clase trabajadora blanca, golpeada por los efectos de la deslocalización industrial.
La participación en las primarias republicanas de Michigan creció un 50% respecto a hace cuatro años. Trump, sin experiencia política, atribuyó el incremento a su capacidad de atraer a votantes demócratas e independientes. Y lo aprovechó para tender la mano al establishment republicano, que, atemorizado ante su ascenso, se moviliza para frenarlo.
En una rueda de prensa desde un club de golf del que es propietario en Florida, el empresario neoyorquino se presentó como la mejor opción del aparato republicano. Dijo que su éxito demuestra que ganaría “fácilmente” las elecciones de noviembre tras ocho años de presidencia del demócrata Barack Obama. Y elogió al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, con el que hace una semana se había mostrado desafiante.

Cruz se consolida como alternativa

No fue una buena noche para los dos aspirantes a ser los candidatos delestablishment conservador moderado. Michigan era una prueba de fuego para el gobernador de Ohio, John Kasich. Un buen resultado hubiera sido un anticipo de las posibilidades de victoria de Kasich en Ohio la próxima semana. Pero terminó en tercer lugar, casi empatado con Cruz, según los resultados escrutados con el 97% de los votos.
Tampoco despuntó el senador Marco Rubio, que, a la espera de los resultados de Hawái, no pasó del tercer puesto en ninguna de las primarias. Rubio tiene la próxima semana en su Florida natal su última oportunidad de no descolgarse definitivamente de la contienda electoral, en la que solo acumula dos victorias.
Cruz, un conservador ortodoxo e intransigente, ha ganado en siete Estados. Su segundo puesto en Michigan disipa las dudas sobre su capacidad de ampliar su base de votantes más allá del público religioso ahora que se acercan las votaciones de Estados menos conservadores. En ellos, Trump es también el favorito.

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Trump triunfa en tres estados, Sanders gana en el norte y Clinton en el sur

Donald Trump y Bernie Sanders salen reforzados de las elecciones primarias de este martes en los Estados de Michigan y Misisipi.  

El magnate inmobiliario se afianza al frente de la carrera republicana a la Casa Blanca y evidencia nuevamente la transversalidad de su fenómeno. El senador socialista lo sigue teniendo difícil para hacerse con la nominación demócrata a las elecciones presidenciales de noviembre en Estados Unidos, pero su victoria en Michigan demuestra que plantará cara hasta el final a Hillary Clinton.
El republicano Trump ganó las primarias de Michigan (con el 37%), Misisipi (47%) y Hawai (42%), en el decadente cinturón industrial del norte del país y en el religioso sur. Su retórica burlona y populista contra el establishment, los efectos de la globalización comercial y la inmigración le genera votos en los dos extremos del país.
Cuando ya han votado una veintena de Estados a los candidatos, Trump (con 14 victorias) avanza con firmeza hacia la nominación republicana. El senador Ted Cruz se consolida como su única alternativa. Ganó en Idaho (con el 45%), el otro Estado, junto a Hawái, con primarias republicanas este martes. Y quedó segundo en Michigan y Misisipi, según los resultados prácticamente completos.
La demócrata Clinton venció en Misisipi (con 83%), impulsada por el voto negro, pero perdió contra pronóstico ante Sanders (que logró un 50% frente al 48% de la exsecretaria de Estado) en una reñida votación en Michigan. El senador, escorado más a la izquierda que la ex primera dama, exhibió la atracción de su discurso en los Estados de mayoría blanca y más preocupados por la política comercial y la desigualdad de ingresos.
Clinton (que ha ganado 13 Estados) mantiene una cómoda ventaja frente a Sanders (que ha ganado nueve) en el número de delegados necesarios para garantizarse la nominación del partido. Pero los resultados de este martes reflejan una dicotomía: la ex secretaria de Estado tiende a ganar en el sur de EE UU, el senador en el norte.
En el sur, el voto negro y latino es mucho más determinante que en el norte. La evolución de esta tendencia se medirá en las próximas semanas cuando las primarias y caucus(asambleas electivas) se alejen del sur del país, y lleguen a Estados más blancos y progresistas.
Michigan, el Estado que más delegados otorgaba este martes, era un terreno favorable para Trump y Sanders. Ambos candidatos defendían un mayor proteccionismo comercial en una región con una nutrida clase trabajadora blanca, golpeada por los efectos de la deslocalización industrial.
La participación en las primarias republicanas de Michigan creció un 50% respecto a hace cuatro años. Trump, sin experiencia política, atribuyó el incremento a su capacidad de atraer a votantes demócratas e independientes. Y lo aprovechó para tender la mano al establishment republicano, que, atemorizado ante su ascenso, se moviliza para frenarlo.
En una rueda de prensa desde un club de golf del que es propietario en Florida, el empresario neoyorquino se presentó como la mejor opción del aparato republicano. Dijo que su éxito demuestra que ganaría “fácilmente” las elecciones de noviembre tras ocho años de presidencia del demócrata Barack Obama. Y elogió al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, con el que hace una semana se había mostrado desafiante.

Cruz se consolida como alternativa

No fue una buena noche para los dos aspirantes a ser los candidatos delestablishment conservador moderado. Michigan era una prueba de fuego para el gobernador de Ohio, John Kasich. Un buen resultado hubiera sido un anticipo de las posibilidades de victoria de Kasich en Ohio la próxima semana. Pero terminó en tercer lugar, casi empatado con Cruz, según los resultados escrutados con el 97% de los votos.
Tampoco despuntó el senador Marco Rubio, que, a la espera de los resultados de Hawái, no pasó del tercer puesto en ninguna de las primarias. Rubio tiene la próxima semana en su Florida natal su última oportunidad de no descolgarse definitivamente de la contienda electoral, en la que solo acumula dos victorias.
Cruz, un conservador ortodoxo e intransigente, ha ganado en siete Estados. Su segundo puesto en Michigan disipa las dudas sobre su capacidad de ampliar su base de votantes más allá del público religioso ahora que se acercan las votaciones de Estados menos conservadores. En ellos, Trump es también el favorito.