7 de abril de 2016

La diabetes es un padecimiento que implica un cambio en los hábitos o estilos de vida, para poder ejercer su control es necesario comer sano, hacer ejercicios, visitar al médico y realizarse pruebas de laboratorio periódicamente. 

Utilizar medicamentos de manera permanente y un aparato de medición (glucómetro) e insumos como lancetas, jeringas, tirillas. Además deben estar bien informados para controlar la enfermedad y disminuir el riesgo de las complicaciones.

Pero cuán difícil puede ser para una persona de ingresos bajos poder llevar un estilo de vida, “saludable” iniciemos por la alimentación, comer sano cuesta más que comer alimentos chatarras, si comparamos los precios de los alimentos orgánicos, integrales, bajos en calorías y sin azúcar además de los suplementos que se debe agregar a la dieta de la persona con diabetes tales como fibras, antioxidantes, vitaminas etc.

Pasemos ahora a los chequeos periódicos con el médico y las pruebas de laboratorio, el pago de diferencias  por estos servicios dependerá  del Régimen a que este afiliado.  Los del Régimen Subsidiado tienen cobertura total pero el acceso a estos está condicionado por la disponibilidad o cartera de servicios del establecimiento donde  demande el servicio.

En cuanto al tratamiento con la  Insulina para los del Régimen  Contributivo  solo tendrá acceso a dos o tres frascos por año, según tipo de que se trate, en cambio los del subsidiado tienen acceso de manera gratuita a los hipoglucemiantes y a todas las insulinas menos la ultra lenta y, también adquirirlos o no  dependerá de la disponibilidad en el establecimiento de salud de  primer nivel.

El costo de los insumos para el uso del glucómetro, como son las tirillas para medir los niveles de glicemia resultan caros para las personas de escasos recursos y este es un insumo fundamental para monitorear los niveles, ajustar tratamientos, decidir que alimentos ingerir.

Si a todo esto sumamos que las personas de escasos recursos están menos informados y los hábitos alimenticios son inadecuados cuando sustituyen el agua por una malta morena o un refresco, no combinan bien los alimentos, ingieren alimentos fritos, escasos vegetales, y  en los negocios de comida no tienen variedad de alimentos aptos para los diabéticos. 

La mal nutrición provoca obesidad y se torna más difícil el control de la enfermedad. Todo lo anteriormente narrado unido  a la falta de  hábitos de hacer ejercicios provoca un descontrol de  la diabetes.

En consecuencia  expongo  las siguientes consideraciones:

1   1 - Debemos apoyar las políticas públicas del Ministerio de Salud, a través del programa de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, para prevenir la diabetes.

2   2 -   Fortalecer programa de nutrición en los escolares.

3   3 - Continuar desarrollando trabajos comunitarios para que las familias desarrollen hábitos     alimenticios sanos. (huertos comunitarios).

4   4 -  Abaratar el costo de las comidas más saludables. (aceite verde, pescado,
5   5 -   Crear espacios en las comunidades para hacer ejercicios en diferentes horarios para la     integración de los trabajadores y trabajadoras.

6   6 -   Proporcionar los medicamentos para el control de la diabetes gratuitos a los afiliados de   la  Seguridad Social.

7    7-   Organizar los clubes de apoyo integrados por las personas diabéticas.

8   8 - Promover el chequeo preventivo a todos los adultos mayores con especial atención a       los  que tienen antecedentes familiares.

9   9 -   Formar promotores y educadores para el control de la diabetes.

1  10.Mantener una campaña permanente por los diferentes medios de comunicación y las       redes sociales.

Si reconociéramos que la prevención es fundamental para evitar el aumento en el número de personas que padecen  diabetes y si entendiéramos que la diabetes es el camino que nos lleva a enfermedades más graves, complejas y costosas, le prestaríamos más atención a esta enfermedad que si bien es cierto endulza la sangre, cuando esta se mezcla con la pobreza resulta muy amarga.

Por Dra. Carmen Adames
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Combinación amarga: diabetes y pobreza

La diabetes es un padecimiento que implica un cambio en los hábitos o estilos de vida, para poder ejercer su control es necesario comer sano, hacer ejercicios, visitar al médico y realizarse pruebas de laboratorio periódicamente. 

Utilizar medicamentos de manera permanente y un aparato de medición (glucómetro) e insumos como lancetas, jeringas, tirillas. Además deben estar bien informados para controlar la enfermedad y disminuir el riesgo de las complicaciones.

Pero cuán difícil puede ser para una persona de ingresos bajos poder llevar un estilo de vida, “saludable” iniciemos por la alimentación, comer sano cuesta más que comer alimentos chatarras, si comparamos los precios de los alimentos orgánicos, integrales, bajos en calorías y sin azúcar además de los suplementos que se debe agregar a la dieta de la persona con diabetes tales como fibras, antioxidantes, vitaminas etc.

Pasemos ahora a los chequeos periódicos con el médico y las pruebas de laboratorio, el pago de diferencias  por estos servicios dependerá  del Régimen a que este afiliado.  Los del Régimen Subsidiado tienen cobertura total pero el acceso a estos está condicionado por la disponibilidad o cartera de servicios del establecimiento donde  demande el servicio.

En cuanto al tratamiento con la  Insulina para los del Régimen  Contributivo  solo tendrá acceso a dos o tres frascos por año, según tipo de que se trate, en cambio los del subsidiado tienen acceso de manera gratuita a los hipoglucemiantes y a todas las insulinas menos la ultra lenta y, también adquirirlos o no  dependerá de la disponibilidad en el establecimiento de salud de  primer nivel.

El costo de los insumos para el uso del glucómetro, como son las tirillas para medir los niveles de glicemia resultan caros para las personas de escasos recursos y este es un insumo fundamental para monitorear los niveles, ajustar tratamientos, decidir que alimentos ingerir.

Si a todo esto sumamos que las personas de escasos recursos están menos informados y los hábitos alimenticios son inadecuados cuando sustituyen el agua por una malta morena o un refresco, no combinan bien los alimentos, ingieren alimentos fritos, escasos vegetales, y  en los negocios de comida no tienen variedad de alimentos aptos para los diabéticos. 

La mal nutrición provoca obesidad y se torna más difícil el control de la enfermedad. Todo lo anteriormente narrado unido  a la falta de  hábitos de hacer ejercicios provoca un descontrol de  la diabetes.

En consecuencia  expongo  las siguientes consideraciones:

1   1 - Debemos apoyar las políticas públicas del Ministerio de Salud, a través del programa de Enfermedades Crónicas no Transmisibles, para prevenir la diabetes.

2   2 -   Fortalecer programa de nutrición en los escolares.

3   3 - Continuar desarrollando trabajos comunitarios para que las familias desarrollen hábitos     alimenticios sanos. (huertos comunitarios).

4   4 -  Abaratar el costo de las comidas más saludables. (aceite verde, pescado,
5   5 -   Crear espacios en las comunidades para hacer ejercicios en diferentes horarios para la     integración de los trabajadores y trabajadoras.

6   6 -   Proporcionar los medicamentos para el control de la diabetes gratuitos a los afiliados de   la  Seguridad Social.

7    7-   Organizar los clubes de apoyo integrados por las personas diabéticas.

8   8 - Promover el chequeo preventivo a todos los adultos mayores con especial atención a       los  que tienen antecedentes familiares.

9   9 -   Formar promotores y educadores para el control de la diabetes.

1  10.Mantener una campaña permanente por los diferentes medios de comunicación y las       redes sociales.

Si reconociéramos que la prevención es fundamental para evitar el aumento en el número de personas que padecen  diabetes y si entendiéramos que la diabetes es el camino que nos lleva a enfermedades más graves, complejas y costosas, le prestaríamos más atención a esta enfermedad que si bien es cierto endulza la sangre, cuando esta se mezcla con la pobreza resulta muy amarga.

Por Dra. Carmen Adames