23 de diciembre de 2016


Por Dominga Valdez, periodista y escritora. El pasado 20 de diciembre se celebró el  “Día del Dominicano Ausente” instituido por el Poder Ejecutivo mediante decreto del 5 de noviembre del 1987, con la finalidad de apoyar a la comunidad dominicana residente en el exterior, una diáspora en crecimiento vertiginoso especialmente en Puerto Rico, Estados Unidos y Europa, donde son los países que emigran los quisqueyanos por tener parientes cercanos que pueden recibirlos y darles alojamientos en lo que se aclimatan y consiguen empleos.

Escribí este sentir, porque también soy migrante.

"Dominicanos en el exterior somos".

Somos tantos, tantos, con el alma arrugada, miles, con nudos en las gargantas, tantos, soñando con ese retorno, que duele que no llega, porque a veces  tarda en demasía, que la muerte lo impide.

Dominicanos en el exterior, mirando pasar los años, esos años cargados de añoranzas, ese sentimiento que duele, que trae lágrimas a los ojos depresiones, revestidas de remembrazas.

Dominicanos en tierras ajenas, adoptando culturas, hablando con sus tristezas, simulando, que no lastima estar lejos de su lar nativo.

Dominicanos en el exterior, los felicito hermanos, por el empuje, por trabajadores, por honrados, por salir adelante, por buscar el bienestar de los tuyos siempre, por dejar todo y marcharte con el corazón hecho trizas, dejando una familia que espera ese reencuentro, eres ese o esa, que vas detrás, de un sueño, a veces real, a veces  vendido.

Dominicanos alegres, que te superas, demostrando, que podemos lograr las metas,  aportamos a una economía, a veces de manera soterrada, nosotros decidimos elecciones, viviendo con tus raíces y culturas vivas, dispersos por tantos lugares del mundo.

No dejo de admirate paisano, compatriotas quisqueyanos, con sabor a caña, merengue, mangulina, con ritmo en la sangre y deseo de volver, aunque con miedo a perder lo más preciado."La vida", a causa de la inseguridad en nuestras calles.

"Felicidades aunque estemos por acá y por allá", nuestra bandera nos da fortaleza y orgullo patrio .

Porque dice un refrán que  "A veces, uno vive donde puede y no donde quiere". 
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Dominicanos Ausentes


Por Dominga Valdez, periodista y escritora. El pasado 20 de diciembre se celebró el  “Día del Dominicano Ausente” instituido por el Poder Ejecutivo mediante decreto del 5 de noviembre del 1987, con la finalidad de apoyar a la comunidad dominicana residente en el exterior, una diáspora en crecimiento vertiginoso especialmente en Puerto Rico, Estados Unidos y Europa, donde son los países que emigran los quisqueyanos por tener parientes cercanos que pueden recibirlos y darles alojamientos en lo que se aclimatan y consiguen empleos.

Escribí este sentir, porque también soy migrante.

"Dominicanos en el exterior somos".

Somos tantos, tantos, con el alma arrugada, miles, con nudos en las gargantas, tantos, soñando con ese retorno, que duele que no llega, porque a veces  tarda en demasía, que la muerte lo impide.

Dominicanos en el exterior, mirando pasar los años, esos años cargados de añoranzas, ese sentimiento que duele, que trae lágrimas a los ojos depresiones, revestidas de remembrazas.

Dominicanos en tierras ajenas, adoptando culturas, hablando con sus tristezas, simulando, que no lastima estar lejos de su lar nativo.

Dominicanos en el exterior, los felicito hermanos, por el empuje, por trabajadores, por honrados, por salir adelante, por buscar el bienestar de los tuyos siempre, por dejar todo y marcharte con el corazón hecho trizas, dejando una familia que espera ese reencuentro, eres ese o esa, que vas detrás, de un sueño, a veces real, a veces  vendido.

Dominicanos alegres, que te superas, demostrando, que podemos lograr las metas,  aportamos a una economía, a veces de manera soterrada, nosotros decidimos elecciones, viviendo con tus raíces y culturas vivas, dispersos por tantos lugares del mundo.

No dejo de admirate paisano, compatriotas quisqueyanos, con sabor a caña, merengue, mangulina, con ritmo en la sangre y deseo de volver, aunque con miedo a perder lo más preciado."La vida", a causa de la inseguridad en nuestras calles.

"Felicidades aunque estemos por acá y por allá", nuestra bandera nos da fortaleza y orgullo patrio .

Porque dice un refrán que  "A veces, uno vive donde puede y no donde quiere".