29 de diciembre de 2016

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado este jueves un alto el fuego general en Siria entre los grupos rebeldes y el régimen del presidente Bachar el Asad.
El cese de hostilidades debe de entrar en vigor en la medianoche del jueves al viernes, hora local (22.00 GMT, 23.00 hora peninsular española), una semana después de la toma de control de Alepo por el Ejército. 
Rusia, que apoya a las fuerzas gubernamentales, y Turquía, que respalda a parte de las milicias insurgentes en  la guerra siria han mediado para la consecución del acuerdo y se presentan como garantes de la tregua. Tanto Moscú como Ankara fueron los artífices del pacto para la evacuación del último reducto de los rebeldes en la mayor ciudad del norte de Siria. El acuerdo no se extiende al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ni al Frente de la Conquista de Siria, antes llamado Frente al Nusra (filial de Al Qaeda), calificados como organizaciones terroristas por la ONU.
Putin detalló en una reunión con sus ministros de Defensa, Serguéi Shoigu, y de Exteriores, Serguéi Lavrov, que se han firmado tres documentos: el primero, entre el Gobierno y la oposición sobre el alto el fuego en todo el territorio de Siria; el segundo, sobre las medidas para el control del régimen de cese de hostilidades, y el tercero en forma de declaración de la disposición a emprender conversaciones de paz. El presidente ruso recordó que en la reunión tripartita celebrada hace 10 días en Moscú con los ministros de Exteriores de Turquía e Irán “los tres países se comprometieron no solo a controlar el proceso de solución pacífica, sino también a ser sus garantes”. Putin reconoció que los acuerdos ahora alcanzados son “muy frágiles".
El ministro de Defensa ruso aseguró que después de que siete grupos rebeldes hubiesen aceptado el pacto de cese de hostilidades en todo el territorio de Siria, se daban las condiciones para poder aplicar el alto el fuego en Siria y para reducir la presencia militar rusa en Siria, lo que fue avalado por el propio Putin, partidario de rebajar el despliegue en el país árabe.
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Putin anuncia un alto el fuego entre el régimen y los rebeldes sirios

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado este jueves un alto el fuego general en Siria entre los grupos rebeldes y el régimen del presidente Bachar el Asad.
El cese de hostilidades debe de entrar en vigor en la medianoche del jueves al viernes, hora local (22.00 GMT, 23.00 hora peninsular española), una semana después de la toma de control de Alepo por el Ejército. 
Rusia, que apoya a las fuerzas gubernamentales, y Turquía, que respalda a parte de las milicias insurgentes en  la guerra siria han mediado para la consecución del acuerdo y se presentan como garantes de la tregua. Tanto Moscú como Ankara fueron los artífices del pacto para la evacuación del último reducto de los rebeldes en la mayor ciudad del norte de Siria. El acuerdo no se extiende al Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) ni al Frente de la Conquista de Siria, antes llamado Frente al Nusra (filial de Al Qaeda), calificados como organizaciones terroristas por la ONU.
Putin detalló en una reunión con sus ministros de Defensa, Serguéi Shoigu, y de Exteriores, Serguéi Lavrov, que se han firmado tres documentos: el primero, entre el Gobierno y la oposición sobre el alto el fuego en todo el territorio de Siria; el segundo, sobre las medidas para el control del régimen de cese de hostilidades, y el tercero en forma de declaración de la disposición a emprender conversaciones de paz. El presidente ruso recordó que en la reunión tripartita celebrada hace 10 días en Moscú con los ministros de Exteriores de Turquía e Irán “los tres países se comprometieron no solo a controlar el proceso de solución pacífica, sino también a ser sus garantes”. Putin reconoció que los acuerdos ahora alcanzados son “muy frágiles".
El ministro de Defensa ruso aseguró que después de que siete grupos rebeldes hubiesen aceptado el pacto de cese de hostilidades en todo el territorio de Siria, se daban las condiciones para poder aplicar el alto el fuego en Siria y para reducir la presencia militar rusa en Siria, lo que fue avalado por el propio Putin, partidario de rebajar el despliegue en el país árabe.