Los familiares y amigos de la pareja ayudaron al novio llevar a cabo la idea que planeaba desde hacía cinco años, de tal forma que su mujer creyó que iba a la boda de unos amigos cuando entró en la Basílica Sagrado Corazón de Barracas en Buenos Aires.
Sin embargo, nada más entrar en el templo lo entendió todo y se echó a llorar de felicidad.