El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció hoy que cancelará el acuerdo al que se llegó con Cuba, durante el gobierno de Barack Obama.
Ben Rhodes, uno de los principales negociadores con Cuba bajo el Gobierno de Barack Obama, opinó hoy que los cambios a esa política del presidente de EE.UU., Donald Trump, devuelven la relación a “la prisión del pasado” y supone “una oportunidad” para que el castrismo se aferre aún más al poder.
“El instinto de aislacionismo que acaba de abrazar Trump fracasará” con el tiempo, pronosticó Rhodes, que fue asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, en un largo artículo en la revista The Atlantic.
Rhodes argumentó que la decisión de Trump de restringir algunos viajes de estadounidenses a la isla y las transacciones con el Ejército cubano equivale a regresar a “una mentalidad de Guerra Fría que fracasó trágicamente”.
“Aunque no dan marcha atrás del todo a la apertura de Obama, las acciones de Trump han devuelto las relaciones entre EEUU y Cuba a la prisión del pasado, reduciendo las perspectivas de reforma dentro de Cuba e ignorando las voces del pueblo cubano y la mayoría de estadounidenses simplemente para recompensar a un menguante grupo político” en EE.UU., sentenció Rhodes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró hoy en Miami que “pronto se va a lograr una Cuba libre” y calificó de “brutal” al régimen castrista.
En el teatro Manuel Artime de la Pequeña Habana, que lleva el nombre de uno de los brigadistas de la fallida invasión de Bahía Cochinos (Cuba), en 1961, Trump expuso las líneas maestras de la revisión que ha decidido hacer en la política de normalización de relaciones con la isla iniciada por su antecesor Barack Obama.
Acompañado del vicepresidente Mike Pence, varios integrantes de su gabinete, el gobernador de Florida, Rick Scott, congresistas de origen cubano como Marco Rubio, Mario Díaz Balart y Carlos Curbelo y representantes de la disidencia cubana, Trump mencionó a los disidentes José Daniel Ferrer y Berta Soler, a los que no se les permitió viajar a Miami, pero “están aquí con nosotros”.
Los principales cambios son una prohibición para que las empresas de EE.UU. hagan negocios con compañías cubanas de propiedad o controladas por las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) de Cuba y restricciones a los viajes de ciudadanos estadounidenses a la isla. EFE