“Nicolás Maduro, nuestro interés no es atender sus invitaciones, sino lograr un acuerdo donde se trace una ruta de futuro para Venezuela”, indicó el presidente de la Asamblea Nacional (AN) venezolana, Julio Borges, en un mensaje emitido el domingo en Twitter.
Así rechazó el líder opositor la invitación que Maduro ofreció en la misma jornada del domingo a Borges y los demás delegados de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para dialogar en el palacio presidencial de Miraflores.
“Tenemos diferencias tremendas, si quiere usted no me da la mono y se ríe conmigo”, recordó Maduro, al agregar que él sí le va a dar la mano a pesar de las duras diferencias y le va a regalar una sonrisa al señor Borges.
El presidente bolivariano, agradeció también el “espíritu colaboracionista” que demostró la derecha en los diálogos del pasado uno y dos de diciembre en República Dominicana, donde avanzaron 4 de los 6 puntos de su agenda, y convocó a “continuar” ese proceso.
No obstante, la oposición rechazó la invitación de Maduro, mientras las anteriores rondas del diálogo de paz también habían sido suspendidas por el sector de ultraderecha. Borges reiteró además la antigua petición de los opositores de convocar elecciones presidenciales anticipadas.
La negativa de Borges a la invitación de Maduro —quien ha llamado en reiteradas ocasiones a una solución democrática—, también contradice las propias declaraciones del líder opositor, quien había valorado previamente las conversaciones con el Gobierno de forma positiva, asegurando que el encuentro fue de gran importancia.
De esa manera “podremos lograr la solución a los problemas, que la gente pueda expresarse sin ningún temor con la mirada en el futuro. Es un proceso duro, de confrontación, para abrir una ruta”, remarcó el también jefe negociador de la oposición.
