28 de febrero de 2018

La tripulación de un biplaza estadounidense Boeing EA-18G Growler sufrió heridas graves debido a la congelación del aparato durante el vuelo, al fallar el sistema de control de temperatura en la cabina, informa Defense News.
El incidente, recién reportado, ocurrió el pasado 29 de enero, cuando el avión militar se encontraba a una altura de 7.600 metros y a casi 100 kilómetros al sur de la ciudad de Seattle, EE.UU. La aeronave efectuaba un vuelo desde la Estación Aérea Naval Whidbey Island (Washington) hasta la Estación Naval de Armamento Aéreo de China Lake (California).   
Durante el vuelo, la temperatura dentro de la cabina bajó repentinamente a -30 grados y en el interior se formó una neblina. Los instrumentos y las ventanas se cubrieron con una capa de hielo, dejando a los tripulantes casi completamente 'ciegos', según varias fuentes familiarizadas con el incidente.
Estas condiciones obligaron al piloto y al oficial de guerra electrónica que lo acompañaba a usar un reloj Garmin para hacer un seguimiento de su rumbo y altitud, mientras los controladores aéreos transmitían instrucciones a la tripulación.
Finalmente, los militares lograron guiar el avión de vuelta a Whidbey Island, a pesar de haber agotado las reservas de oxígeno de emergencia al final del vuelo. Los tripulantes sufrieron ampollas severas y quemaduras en las manos, según el informe interno de la Marina. Uno de ellos fue internado en un hospital. La Marina está tratando de determinar la causa del incidente.
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Tripulación de avión militar de EE.UU. se congela a más de 7 kilómetros de altura

La tripulación de un biplaza estadounidense Boeing EA-18G Growler sufrió heridas graves debido a la congelación del aparato durante el vuelo, al fallar el sistema de control de temperatura en la cabina, informa Defense News.
El incidente, recién reportado, ocurrió el pasado 29 de enero, cuando el avión militar se encontraba a una altura de 7.600 metros y a casi 100 kilómetros al sur de la ciudad de Seattle, EE.UU. La aeronave efectuaba un vuelo desde la Estación Aérea Naval Whidbey Island (Washington) hasta la Estación Naval de Armamento Aéreo de China Lake (California).   
Durante el vuelo, la temperatura dentro de la cabina bajó repentinamente a -30 grados y en el interior se formó una neblina. Los instrumentos y las ventanas se cubrieron con una capa de hielo, dejando a los tripulantes casi completamente 'ciegos', según varias fuentes familiarizadas con el incidente.
Estas condiciones obligaron al piloto y al oficial de guerra electrónica que lo acompañaba a usar un reloj Garmin para hacer un seguimiento de su rumbo y altitud, mientras los controladores aéreos transmitían instrucciones a la tripulación.
Finalmente, los militares lograron guiar el avión de vuelta a Whidbey Island, a pesar de haber agotado las reservas de oxígeno de emergencia al final del vuelo. Los tripulantes sufrieron ampollas severas y quemaduras en las manos, según el informe interno de la Marina. Uno de ellos fue internado en un hospital. La Marina está tratando de determinar la causa del incidente.