5 de marzo de 2018

Peta Butler tenía solo 16 años cuando sufrió la peor traición en su vida, la que fue cometida por su propia madre en una habitación de hotel en la ciudad de Toowoomba, en Australia.
Allí fue violada por un hombre calvo y gordo, tres veces mayor que ella, mientras que su madre, Therese Butler, que lo había organizado todo, estaba sentada a pocos metros fumando cigarrillos, informa el portal australiano News.com.au   


Pasó una década antes de que ella fuera "lo suficientemente fuerte" para hacer que su madre admitiera lo inimaginable y conseguir que la encarcelaran.

Therese Butler fue hallada culpable de haber embaucado en 2006 a su hija para disfrutar de un supuesto "fin de semana de chicas" en Toowoomba, emborracharla y llevarla hasta una habitación barata de hotel donde fue obligada a mantener relaciones sexuales con un desconocido.
Ahora, mientras Therese Butler pasa su merecido castigo en una cárcel, Peta ha decidido contarlo todo.
"Pasado poco rato de eso [después de que la chica bebiera alcohol], él entró a la habitación. No dijo nada. Literalmente caminó hacia mí, se quitó la ropa y me quitó los pantalones. Estaba paralizada. No pude hacer nada. Simplemente no pude moverme ", relató Peta a una periodista de Courier Mail.
Cuando se le preguntó por qué tardó diez años en revelar lo ocurrido, la joven respondió que no se sentía lo suficientemente fuerte y pensaba que no la iban a creer. Decidió afrontarlo después de dar a luz a sus propias hijas, cuando decidió obligar a su madre a confesarle lo que había sucedido en una conversación telefónica que grabó.
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La confesión de una joven sobre la violación que sufrió organizada por su propia madre

Peta Butler tenía solo 16 años cuando sufrió la peor traición en su vida, la que fue cometida por su propia madre en una habitación de hotel en la ciudad de Toowoomba, en Australia.
Allí fue violada por un hombre calvo y gordo, tres veces mayor que ella, mientras que su madre, Therese Butler, que lo había organizado todo, estaba sentada a pocos metros fumando cigarrillos, informa el portal australiano News.com.au   


Pasó una década antes de que ella fuera "lo suficientemente fuerte" para hacer que su madre admitiera lo inimaginable y conseguir que la encarcelaran.

Therese Butler fue hallada culpable de haber embaucado en 2006 a su hija para disfrutar de un supuesto "fin de semana de chicas" en Toowoomba, emborracharla y llevarla hasta una habitación barata de hotel donde fue obligada a mantener relaciones sexuales con un desconocido.
Ahora, mientras Therese Butler pasa su merecido castigo en una cárcel, Peta ha decidido contarlo todo.
"Pasado poco rato de eso [después de que la chica bebiera alcohol], él entró a la habitación. No dijo nada. Literalmente caminó hacia mí, se quitó la ropa y me quitó los pantalones. Estaba paralizada. No pude hacer nada. Simplemente no pude moverme ", relató Peta a una periodista de Courier Mail.
Cuando se le preguntó por qué tardó diez años en revelar lo ocurrido, la joven respondió que no se sentía lo suficientemente fuerte y pensaba que no la iban a creer. Decidió afrontarlo después de dar a luz a sus propias hijas, cuando decidió obligar a su madre a confesarle lo que había sucedido en una conversación telefónica que grabó.