4 de febrero de 2019

Así se recoge en un informe presentado por la plataforma publicitaria Sizmek con motivo mañana del Día de Internet Segura, que desvela nuevas acciones fraudulentas añadidas a esos clics deshonestos para simular visitas humanas que realizan “bots”, muchas veces organizados en redes telecontrolados por ciberestafadores para generar ingresos publicitarios en perjuicio de medios y marcas.

Por ejemplo, los “bots” pueden rellenar ya formularios en internet cuando se les programa para ello o añadir automáticamente productos en carritos de compra de páginas web comerciales, y todo ello simulando una navegación humana en internet cuando quienes actúan son solo máquinas.
Estos robots son muchas veces “difíciles de rastrear” porque mutan sus direcciones IP en internet y es complicado identificarlos aun cuando se sospeche de su existencia en situaciones anormales como repentinos incrementos desorbitados de nuevos clics sobre un anuncio sin motivos que lo justifiquen.
De acuerdo a los datos manejados por Sizmek, el fraude afecta aproximadamente a uno de cada tres euros (3,4 dólares) gastados en publicidad digital; en 2018, los anunciantes perdieron alrededor de 50 millones de euros (57,2 millones de dólares) al día por este motivo, una cifra que está previsto que se duplique en 2022.
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Conozca los “bots” fraudulentos que simulan clics humanos en internet

Así se recoge en un informe presentado por la plataforma publicitaria Sizmek con motivo mañana del Día de Internet Segura, que desvela nuevas acciones fraudulentas añadidas a esos clics deshonestos para simular visitas humanas que realizan “bots”, muchas veces organizados en redes telecontrolados por ciberestafadores para generar ingresos publicitarios en perjuicio de medios y marcas.

Por ejemplo, los “bots” pueden rellenar ya formularios en internet cuando se les programa para ello o añadir automáticamente productos en carritos de compra de páginas web comerciales, y todo ello simulando una navegación humana en internet cuando quienes actúan son solo máquinas.
Estos robots son muchas veces “difíciles de rastrear” porque mutan sus direcciones IP en internet y es complicado identificarlos aun cuando se sospeche de su existencia en situaciones anormales como repentinos incrementos desorbitados de nuevos clics sobre un anuncio sin motivos que lo justifiquen.
De acuerdo a los datos manejados por Sizmek, el fraude afecta aproximadamente a uno de cada tres euros (3,4 dólares) gastados en publicidad digital; en 2018, los anunciantes perdieron alrededor de 50 millones de euros (57,2 millones de dólares) al día por este motivo, una cifra que está previsto que se duplique en 2022.