21 de julio de 2019

VIEJO SAN JUAN, Puerto Rico.- Ricardo Rosselló, gobernador de Puerto Rico, anunció este domingo que renuncia a la presidencia de su partido y a la reelección, pero se negó a dimitir pese a las protestas que piden su salida del poder tras la polémica generada por un chat con miembros de su equipo cercano.
"Anuncio que no iré a la reelección como gobernador en el próximo año, además estoy renunciando a la presidencial del Partido Nuevo Progresista. Por último debo ser respetuoso del orden constitucional y le doy la bienvenida al proceso comenzado por la Asamblea Legislativa, el cual enfrentaré con toda la verdad, fuerza y de manera responsable", dijo Rosselló en relación a un posible proceso de destitución.
La decisión del gobernador, anunciada en Facebook Live, llega en medio de acusaciones de corrupción en su administración y tras la filtración de un chat con insultos y mofas entre él y su equipo cercano que ha provocado protestas multitudinarias pidiendo su dimisión en los últimos días, última esta misma tarde en el mar frente a La Fortaleza, casa oficial de Rosselló.
"Dejo a un lado cualquier interés personal al desistir de mi aspiración a la reelección para la gobernación el próximo año", subrayó Rosselló. "La prioridad debe ser el Pueblo de Puerto Rico, por lo tanto, todo mi tiempo debe estar destinado a cumplir con las responsabilidades que como gobernador asumí", indicó el gobernador para justificar su decisión de no renunciar pese a las protestas que exigen su salida.
En su mensaje, de unos tres minutos, reconoció que ha "cometido errores", pero señaló que ya se ha disculpado por ellos. "Soy un hombre de bien que tiene un gran amor por mi isla y por todos", indicó. Y añadió que desea "continuar el trabajo que se me fue confiado y el entregar a mi sucesor o sucesora electo democráticamente un gobierno con indicadores económicos positivos enfocados en salir de la crisis económica y social que llevamos por años".

¿Hacia un proceso de destitución?

Rosselló podría enfrentarse a un proceso de destitución, como él mismo reconoció en su alocución, en la Legislatura local, donde ya se dieron los primeros pasos para ello. La semana pasada, el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos Méndez, conformó un grupo de abogados que analizará si alguna de las conversaciones del chat contiene indicios de algún delito y recomendará si procede activar por primera vez el mecanismo de destitución amparado por la Constitución de Puerto Rico.
La publicación del chat con insultos sexistas y homofóbicos fue apenas el detonante que llevó a los puertorriqueños a las calles. En la isla, un territorio estadounidense, la ira ha sido alimentada por años de acusaciones de corrupción en diferentes gobiernos, un manejo económico que la dejó en quiebra y por la respuesta de la actual administración ante las miles de muertes ocasionadas por el huracán María en septiembre de 2017.
El mandatario, de 40 años, no había sido visto en público desde el martes pasado, cuando ofreció una conferencia de prensa de casi tres horas en la que ofreció una disculpa por las conversaciones del chat y negó haber cometido algún delito. Desde entonces, se había limitado a colocar fotos en sus redes sociales mostrando reuniones con su equipo de trabajo y dando un aire de tranquilidad institucional.
Sin embargo, la alocución de este domingo es difícil que aplaque a los manifestantes que exigen su dimisión. Y es que sindicatos, artistas y activistas convocaron para la mañana de este lunes una manifestación que se espera sea mayor a la que el miércoles pasado congregó a por lo menos 100,000 personas (algunas estimaciones alcanzan las 400,000) en el Viejo San Juan. La marcha recordaría, además, la histórica protesta que en el 2000 se tomó las principales vías de la capital para pedir la salida de la Marina estadounidense de la isla de Vieques.

Aislado y sin salir en público

La peor crisis sufrida por el gobierno de Rosselló ha llevado a que políticos de peso, tanto en Puerto Rico como en Washington, le pidan al gobernador ceder su cargo y poner en marcha una transición ordenada de cara a las elecciones del 2020.
La vicepresidenta del partido oficialista y encargada de representar a Puerto Rico en Washington, Jenniffer González, sentenció que Rosselló se encuentra en “modo de supervivencia”, mientras que el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, demandó al gobernador que actúe “diligentemente” y al menos aclare si seguirá como líder del Partido Nuevo Progresista. En Estados Unidos, candidatos a la nominación demócrata, como Bernie Sanders y Elizabeth Warren, se unieron a las voces que exigen su salida.
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Rosselló anuncia que no buscará la reelección, pero no renunciará a la gobernación

VIEJO SAN JUAN, Puerto Rico.- Ricardo Rosselló, gobernador de Puerto Rico, anunció este domingo que renuncia a la presidencia de su partido y a la reelección, pero se negó a dimitir pese a las protestas que piden su salida del poder tras la polémica generada por un chat con miembros de su equipo cercano.
"Anuncio que no iré a la reelección como gobernador en el próximo año, además estoy renunciando a la presidencial del Partido Nuevo Progresista. Por último debo ser respetuoso del orden constitucional y le doy la bienvenida al proceso comenzado por la Asamblea Legislativa, el cual enfrentaré con toda la verdad, fuerza y de manera responsable", dijo Rosselló en relación a un posible proceso de destitución.
La decisión del gobernador, anunciada en Facebook Live, llega en medio de acusaciones de corrupción en su administración y tras la filtración de un chat con insultos y mofas entre él y su equipo cercano que ha provocado protestas multitudinarias pidiendo su dimisión en los últimos días, última esta misma tarde en el mar frente a La Fortaleza, casa oficial de Rosselló.
"Dejo a un lado cualquier interés personal al desistir de mi aspiración a la reelección para la gobernación el próximo año", subrayó Rosselló. "La prioridad debe ser el Pueblo de Puerto Rico, por lo tanto, todo mi tiempo debe estar destinado a cumplir con las responsabilidades que como gobernador asumí", indicó el gobernador para justificar su decisión de no renunciar pese a las protestas que exigen su salida.
En su mensaje, de unos tres minutos, reconoció que ha "cometido errores", pero señaló que ya se ha disculpado por ellos. "Soy un hombre de bien que tiene un gran amor por mi isla y por todos", indicó. Y añadió que desea "continuar el trabajo que se me fue confiado y el entregar a mi sucesor o sucesora electo democráticamente un gobierno con indicadores económicos positivos enfocados en salir de la crisis económica y social que llevamos por años".

¿Hacia un proceso de destitución?

Rosselló podría enfrentarse a un proceso de destitución, como él mismo reconoció en su alocución, en la Legislatura local, donde ya se dieron los primeros pasos para ello. La semana pasada, el presidente de la Cámara de Representantes, Carlos Méndez, conformó un grupo de abogados que analizará si alguna de las conversaciones del chat contiene indicios de algún delito y recomendará si procede activar por primera vez el mecanismo de destitución amparado por la Constitución de Puerto Rico.
La publicación del chat con insultos sexistas y homofóbicos fue apenas el detonante que llevó a los puertorriqueños a las calles. En la isla, un territorio estadounidense, la ira ha sido alimentada por años de acusaciones de corrupción en diferentes gobiernos, un manejo económico que la dejó en quiebra y por la respuesta de la actual administración ante las miles de muertes ocasionadas por el huracán María en septiembre de 2017.
El mandatario, de 40 años, no había sido visto en público desde el martes pasado, cuando ofreció una conferencia de prensa de casi tres horas en la que ofreció una disculpa por las conversaciones del chat y negó haber cometido algún delito. Desde entonces, se había limitado a colocar fotos en sus redes sociales mostrando reuniones con su equipo de trabajo y dando un aire de tranquilidad institucional.
Sin embargo, la alocución de este domingo es difícil que aplaque a los manifestantes que exigen su dimisión. Y es que sindicatos, artistas y activistas convocaron para la mañana de este lunes una manifestación que se espera sea mayor a la que el miércoles pasado congregó a por lo menos 100,000 personas (algunas estimaciones alcanzan las 400,000) en el Viejo San Juan. La marcha recordaría, además, la histórica protesta que en el 2000 se tomó las principales vías de la capital para pedir la salida de la Marina estadounidense de la isla de Vieques.

Aislado y sin salir en público

La peor crisis sufrida por el gobierno de Rosselló ha llevado a que políticos de peso, tanto en Puerto Rico como en Washington, le pidan al gobernador ceder su cargo y poner en marcha una transición ordenada de cara a las elecciones del 2020.
La vicepresidenta del partido oficialista y encargada de representar a Puerto Rico en Washington, Jenniffer González, sentenció que Rosselló se encuentra en “modo de supervivencia”, mientras que el presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, demandó al gobernador que actúe “diligentemente” y al menos aclare si seguirá como líder del Partido Nuevo Progresista. En Estados Unidos, candidatos a la nominación demócrata, como Bernie Sanders y Elizabeth Warren, se unieron a las voces que exigen su salida.