21 de julio de 2019


Desde pequeña siempre adoraba las familias grandes, reunidas celebrando todo, hasta un bautismo de muñecas, por así decir, como en el campo cuando se muere un pariente, todos asisten al velorio desde la capital y hasta del exterior.

En mi República  Dominicana, veo también en el aeropuerto cuando retorna un familiar del extranjero, allí les esperan ese grupo grande de familia, donde sueltan las maletas y corren abrazarse, eso realmente es un momento tan hermoso y emotivo, que uno que observa la estampa tiene que llorar aunque no le conozca.

Es que la familia es el núcleo más importante de las sociedades y máxime cuando sus integrantes son unidos, se aman y  respetan.

Creo en la solidaridad entre la familia, creo en esos besos y abrazos al marcharnos, creo y amo esos juntes donde casimente no caben en las fotos, porque son demasiados, entre padres, abuelos, tíos, hermano, hijos, nietos, biznietos, esposas de cada quien,  yernos, nueras y algún vecino de esos que consideramos familia.

Por eso recalco en el respaldo cuando su hijo, sobrino o un familiar se destaca en lo que sea, alégrense de corazón, siéntanse super orgullosos, porque un logro de uno de los nuestros, es un triunfo familiar.

Escríbanles mensajes felicitándoles, es lo mandatorio en una familia, celebren, cada instante en que se obtiene una meta.

Con los elogios y felicitaciones, igualmente asistiendo a sus graduaciones, bodas, aniversarios, cumpleaños, celebraciones por ascenso en sus trabajos, por sus casas nuevas, reconocimientos, con esos detalles también se fortalecen la familia, así crece el amor entre todos, queriéndonos sin juzgar, florece la empatía.

La familia es para apoyarse en la salud y la enfermedad, en la alegría y la tristeza, en los fracasos y los logros, en las fiestas y las funerarias.

Porque momentos en familia, son únicos, abracen ahora a sus familiares señores.

Aprovechen la tecnología y  hagan un chat, un grupo para conversar, coordinar actividades, saber uno del otro, reencontrar primos perdidos, hacer chistes, anécdotas, interactuar entre todos y mantenerse comunicados entre sí  y conversar, esos grupos son una bendición y un éxito.

Valoremos y demos gracias por tener una familia,  todos somos imperfectos, así debemos amarnos, porque los cinco dedos de las manos, son diferentes.

Que no muera ese vínculo entre las familias, que hoy muchas andan y viven con irrespeto, peleas, desintegradas, con faltas de valores y una escasez enorme de solidaridad, amor, valores y unión fraternal.

Mañana puede ser tarde y el tiempo
que se va, no vuelve, se pierden momentos hermosos  entre familia por andar con chismes por cosas simples, que pidiendo perdón y perdonando se resuelve el conficto y que todo sean felices. 


Artículo de opinión

Por Dominga Valdez  
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Ser familia


Desde pequeña siempre adoraba las familias grandes, reunidas celebrando todo, hasta un bautismo de muñecas, por así decir, como en el campo cuando se muere un pariente, todos asisten al velorio desde la capital y hasta del exterior.

En mi República  Dominicana, veo también en el aeropuerto cuando retorna un familiar del extranjero, allí les esperan ese grupo grande de familia, donde sueltan las maletas y corren abrazarse, eso realmente es un momento tan hermoso y emotivo, que uno que observa la estampa tiene que llorar aunque no le conozca.

Es que la familia es el núcleo más importante de las sociedades y máxime cuando sus integrantes son unidos, se aman y  respetan.

Creo en la solidaridad entre la familia, creo en esos besos y abrazos al marcharnos, creo y amo esos juntes donde casimente no caben en las fotos, porque son demasiados, entre padres, abuelos, tíos, hermano, hijos, nietos, biznietos, esposas de cada quien,  yernos, nueras y algún vecino de esos que consideramos familia.

Por eso recalco en el respaldo cuando su hijo, sobrino o un familiar se destaca en lo que sea, alégrense de corazón, siéntanse super orgullosos, porque un logro de uno de los nuestros, es un triunfo familiar.

Escríbanles mensajes felicitándoles, es lo mandatorio en una familia, celebren, cada instante en que se obtiene una meta.

Con los elogios y felicitaciones, igualmente asistiendo a sus graduaciones, bodas, aniversarios, cumpleaños, celebraciones por ascenso en sus trabajos, por sus casas nuevas, reconocimientos, con esos detalles también se fortalecen la familia, así crece el amor entre todos, queriéndonos sin juzgar, florece la empatía.

La familia es para apoyarse en la salud y la enfermedad, en la alegría y la tristeza, en los fracasos y los logros, en las fiestas y las funerarias.

Porque momentos en familia, son únicos, abracen ahora a sus familiares señores.

Aprovechen la tecnología y  hagan un chat, un grupo para conversar, coordinar actividades, saber uno del otro, reencontrar primos perdidos, hacer chistes, anécdotas, interactuar entre todos y mantenerse comunicados entre sí  y conversar, esos grupos son una bendición y un éxito.

Valoremos y demos gracias por tener una familia,  todos somos imperfectos, así debemos amarnos, porque los cinco dedos de las manos, son diferentes.

Que no muera ese vínculo entre las familias, que hoy muchas andan y viven con irrespeto, peleas, desintegradas, con faltas de valores y una escasez enorme de solidaridad, amor, valores y unión fraternal.

Mañana puede ser tarde y el tiempo
que se va, no vuelve, se pierden momentos hermosos  entre familia por andar con chismes por cosas simples, que pidiendo perdón y perdonando se resuelve el conficto y que todo sean felices. 


Artículo de opinión

Por Dominga Valdez