
Un experto en meteorología advirtieron que la
notable ausencia de ciclones tropicales, comunes en estos meses, obedece a la
presencia de polvo del Sahara sobre el Atlántico.
El investigador Eugenio Mojena López, del
estatal Instituto de Meteorología y uno de los principales estudiosos del tema
en Cuba, indicó que la presencia de ese material en el aire “inhibe de manera
significativa el surgimiento” de los temidos huracanes de la temporada estival
y “crea un ambiente sumamente hostil” para su desarrollo “debido al aporte de
aire muy caliente y seco con valores mínimos de humedad relativa”.
En una entrevista con el periódico oficial
Granma, el científico explicó que de manera sorprendente en julio y la primera
quincena de agosto hubo una marcada tranquilidad ciclónica en la cual ni
siquiera se desarrollaron depresiones tropicales. Esta calma podría terminar en
las próximas semanas.
Según estudios del Instituto de Meteorología,
el polvo se extendió por la zona de mayor actividad ciclónica en el Atlántico.
En lo que va de la temporada sólo se
desarrollaron dos organismos, el Andrea en mayo y Barry en julio.
Los países de Centroamérica y el Caribe
suelen mirar con preocupación los meses estivales y la formación de tormentas
que pueden convertirse en ciclones arrasando con la infraestructura y
cobrándose vidas cada año. Por su posición geográfica y ser una larga isla Cuba
suele sufrir estos fenómenos.