Tras
la clausura del matadero municipal de Pedernales, pobladores de esa comunidad
fronteriza se quejan por los inconvenientes y las repercusiones negativas que
la medida ha ocasionado a los consumidores, comerciantes y ganaderos.
Hace
tres años que el Ministerio de Salud Pública había notificado al alcalde
Luis Manuel Félix, sobre la necesidad de
la reparación total del matadero por la falta de condiciones para operar.
Dentro
de las condiciones mínimas para un matadero pequeño o categoría tres como el que
demanda Pedernales de acuerdo a la norma, Salud Pública requiere
que el lugar disponga de agua potable, limpieza, tinaco, flujograma, y
matanza aérea.
Al
no cumplir con esos requerimientos, el pasado 12 de septiembre una comisión de
técnicos de salud pública dispuso la clausura del matadero por no contar con
las condiciones mínimas para sacrificar animales para el consumo de la carne.
Es
en ese contexto que los habitantes de la demarcación fronteriza expresan
insatisfacción por el poco esfuerzo empeñado por la alcaldía para poner en
condiciones de salubridad el matadero municipal.
El
cierre de este lugar ha mermado en el sector comercio de las carnicerías, ya
que desde hace más de dos semanas no pueden vender a los consumidores carnes de
res.
En
los actuales momentos, algunas personas se trasladan al municipio de Oviedo
a casi 40 kilómetros, para comprar carne de res y llevarla a
Pedernales.
Los
dueños de carnicería, restaurantes, y criadores de ganado están con el grito al
cielo por la carencia de carne de res, ante la demanda de clientes.
Residentes
de Pedernales expresan que como comunidad que apuesta al desarrollo
turístico sienten vergüenza de que a
nivel nacional corra la información de que el matadero fue clausurado por la
insalubridad y falta de condiciones para operar.
Muchos
pobladores que conocían de las condiciones del matadero manifestaron que desde
hace más de tres años no consumían carne de los animales sacrificados en el
matadero de Pedernales.
Advierten
de los peligros de salud a los que estuvieron expuestos, pese al conocimiento
de las autoridades locales de la situación y nunca hicieron nada para mejorar
la situación.
Durante
años, el alcalde Luis Manuel Félix alegó falta de presupuesto para poder
intervenir el lugar, pero mantuvo abierto y operación el matadero, lo que
muchos califican como un acto de irresponsabilidad frente a los munícipes.