Desde beber mucha agua, a hacer gárgaras con vinagre o
dejar de usar la mano derecha muchos son los bulos que nos llegan a diario con
sistemas más o menos peregrinos para prevenir el contagio del coronavirus.
El último, un par cadenas de mensajes de WhatsApp. En una
de ellas, médicos del Hospital das Clínicas y del Hospital São Domingos en
Brasil recomendaban tomar vitamina C y zumos para prevenir el coronavirus (los
médicos de ese hospital ya han desmentido que la cadena de mensajes fuera
suya). En la otra, una persona sin identificar (solo decía que era
otorrinolaringóloga) daba recomendaciones a la población para prevenir el
coronavirus y, entre ellas, figuraba tomar suplementos de vitamina C. ¿Qué nos
pasa con la vitamina C y porqué pensamos en ella cada vez que queremos reforzar
nuestras defensas?
Lo sentimos: la vitamina C ni protege ni cura el
resfriado
La creencia popular de que la vitamina C es nuestra arma
de destrucción masiva contra los resfriados invernales y los virus parece estar
escrita a fuego en nuestro adn. Sin embargo, todos los estudios que se han
intentado hacer para demostrar esta premisa están envueltos en polémica y sus
resultados son confusos.
De una manera general, y aunque no se considera
completamente probado en los círculos científicos, se cree que las dosis
grandes de vitamina C pueden ayudar a reducir la duración de un resfriado común,
pero por mucha vitamina C que tomemos no podemos evitar ni infectarnos ni
enfermar, su único efecto más o menos demostrado es hacer más llevadero el
tránsito por la enfermedad... y eso en contados casos.
Un estudio en el que participaron 642 atletas,
esquiadores y soldados que hacían ejercicio en un ambiente frío y a los que se
les administró un suplemento de vitamina C comprobó que, en ellos y en esas
condiciones, los suplementos sí reducían un 50% la posibilidad de resfriarse.
En cambio, otra investigación realizada con 11.000 personas con actividades
normales a las que se les dio un suplemento de vitamina C no fue capaz de
discernir si servía para algo o no.
Y es que la probabilidad de que tomar grandes cantidades
de vitamina C ayude a hacer los catarros más cortos varía mucho de una persona
a otra (por ejemplo, si tomas vitamina C y fumas, no te sirve de nada, porque
fumar un solo cigarrillo elimina del cuerpo 25 mg de vitamina C, toda la que
tiene una naranja).
Además, tampoco podemos atiborrarnos de vitamina C sin
convertir al remedio en algo peor que la enfermedad. A partir de los 2.000 mg
provoca problemas de estómago en la mayoría de la población y ni personas con
enfermedades renales ni embarazadas pueden tomar suplementos de vitamina C.
¿Podemos tomar entonces vitamina C contra el coronavirus?
Es un virus, es invernal y provoca síntomas parecidos a
la gripe con la que estamos familiarizados. Es lógico que intuitivamente todos
pensemos que tomar un plus de vitamina C en estos momentos puede ayudarnos a
prevenir la enfermedad. Pero esos suplementos y esta vitamina ya ha sido
testada por miles de estudios a lo largo de décadas contra enfermedades
estacionales y provocadas por virus como esta sin resultados concluyentes.
Por eso te aconsejamos que comas naranjas si quieres,
porque es un alimento delicioso, que puedes almacenar y repleto de virtudes que
te ayudarán durante la cuarentena, pero para prevenir el contagio del
coronavirus lo que debes hacer es cumplir lo que sabemos que sí funciona: mantener
la distancia social, toser tapándose la boca con un pañuelo desechable,
desinfectar la casa y lavarse las manos con frecuencia.