Funcionarios de inteligencia y seguridad
nacional de Estados Unidos dicen que el Gobierno estadounidense está estudiando
la posibilidad de que el nuevo coronavirus se haya originado en un laboratorio
chino en lugar de un mercado, según varias fuentes familiarizadas con el tema
que advierten que es prematuro sacar conclusiones.
La teoría es una de las múltiples perseguidas
por los investigadores mientras intentan determinar el origen del coronavirus
que resultó en una pandemia y ha matado a cientos de miles. Estados Unidos no
cree que el virus esté asociado con la investigación de armas biológicas y los
funcionarios señalaron que la comunidad de inteligencia también está explorando
una serie de otras teorías sobre el origen del virus, como sería el caso de
incidentes de alto perfil, según un fuente de inteligencia.
La teoría ha sido impulsada por los
partidarios del presidente, incluidos algunos republicanos del Congreso, que
están ansiosos por desviar las críticas sobre el manejo de Trump de la
pandemia.
Un funcionario de inteligencia familiarizado
con el análisis del Gobierno dijo que una teoría que los funcionarios de
inteligencia estadounidenses están investigando es que el virus se originó en
un laboratorio en Wuhan, China, y fue liberado accidentalmente al público.
Otras fuentes le dijeron a CNN que la
inteligencia de EE. UU. no ha podido corroborar la teoría, pero está tratando
de discernir si alguien fue infectado en el laboratorio por un accidente o por
un manejo inadecuado de los materiales y puede haber infectado a otros.
La inteligencia estadounidense está revisando
la recopilación de inteligencia sensible dirigida al Gobierno chino, según la
fuente, mientras estudian la teoría. Pero algunos funcionarios de inteligencia
dicen que es posible que la causa real nunca se conozca.
El jefe del Estado Mayor Conjunto, Mark
Milley, reconoció esta semana que la inteligencia de Estados Unidos está
“analizando” la cuestión de si el nuevo coronavirus se originó en un
laboratorio.
“Solo diría, en este momento, que no es
concluyente, aunque el peso de la evidencia parece indicar un origen natural.
Pero no lo sabemos con certeza”, dijo Milley a los periodistas el martes.
Cuando se le preguntó acerca de la
inteligencia, que fue reportada por primera vez por Yahoo y Fox News, el
presidente Donald Trump dijo el miércoles que Estados Unidos “está haciendo un
examen exhaustivo de esta horrible situación que sucedió”, pero se negó a
discutir lo que le habían dicho sobre los hallazgos.
La teoría del laboratorio ha sido negada por
el Gobierno chino y muchos expertos externos también han puesto en duda la
idea, informó CNN anteriormente.
Una fuente cercana al grupo de trabajo sobre
coronavirus de la Casa Blanca también advirtió que “cada vez que hay un brote
alguien propone que el virus u otro patógeno salga de un laboratorio”.
Un funcionario calificó la forma en que China
ha manejado el tratamiento del virus como “completamente reprensible”, y los
investigadores de inteligencia están decididos a construir una imagen más
completa de cómo se originó.
The Washington Post ha informado sobre cables
del Departamento de Estado de 2018 que demuestran preocupaciones sobre la
seguridad y la gestión del biolab del Instituto de Virología de Wuhan. Cuando
se le preguntó acerca de esos cables, el secretario de Estado, Mike Pompeo, que
ha seguido llamando al coronavirus el “virus Wuhan”, no los descartó, pero
tampoco dijo que mostraran ningún vínculo legítimo con covid-19.
“El Partido Comunista Chino no dio acceso a
los estadounidenses cuando lo necesitábamos en el momento más oportuno al
principio”, dijo Pompeo a principios de esta semana. “Entonces sabemos que
tienen este laboratorio. Sabemos sobre los mercados húmedos (de alimentos
frescos). Sabemos que el virus en sí se originó en Wuhan. Así que todas esas
cosas se unen. Todavía hay muchas cosas que no sabemos, y esto es de lo que
hablaba el presidente hoy. Necesitamos tener las respuestas a estas cosas”.
Algunos de los funcionarios dijeron que EE.
UU. tiene la intención de que China pague un precio, pero reconocen que EE. UU.
debe tener cuidado de no infligir un costo a China antes de que la pandemia
esté bajo control y hasta que tengan más información sobre su creación.