Santo Domingo, República Dominicana. La diputada de Ultramar, del Partido Revolucionario Moderno, Lily Florentino, propuso a la Comisión Permanente de Medios de Comunicación de la Cámara de Diputados, que, mediante resolución, a los jóvenes con talento para la música urbana se les instruya sobre cómo usar su capacidad para crear un buen ritmo sin llegar a usar términos considerados vulgares en la sociedad.
Señaló que estuvo de cerca en la comunidad y que pudo
observar que son prospectos para la música y que con la correcta intervención
se le puede sacar provecho para que sean modelos a seguir a través de la
música.
El género urbano es una realidad en la música local y
extranjera, en vez de atacarlos hay que acercarlos a las buenas prácticas ya
que se puede disfrutar del ritmo sin contaminar las letras que ahora están
produciendo los talentos ya que no hay un control para evitar que usen palabras
obscenas que no aportan a los buenos valores¨ dijo Florentino.
Aseguró que esto es posible a través de una alianza
estratégica entre los sectores y las autoridades, para con la implementación de
programas se les puedan convencer de que tienen mucho que hacer.
Invito a ver de cerca las realidades de figuras del
género urbano, a lo que adelanto que son personas sufridas y que aun así
salieron adelante con su música y que lo único que necesitan es reorientar las
letras y el apoyo de todos y en especial de su público.
Exhortó a no solo cuestionar sino a luchar para
rescatar los buenos valores que están puesto de rodillas ante el descrédito que
se ha generado cuando se permite y se acepta como bueno y valido una canción
que solo invita a los jóvenes a las más bajas pasiones sin medir las
consecuencias.
La música urbana no es mala, si se les educa en cuanto
a contenido, que según ellos la modifican ya que es lo que atrae al público y
eso es de riesgo, apuntó la legisladora.
La congresista se niega a pensar que los antivalores ganaron la batalla, por el contrario, se puede hacer mucho con todo ese talento urbano.
La congresista se niega a pensar que los antivalores ganaron la batalla, por el contrario, se puede hacer mucho con todo ese talento urbano.