La filtración de varios mensajes que Armie Hammer envió a algunas mujeres, donde hablaba de prácticas sexuales sadomasoquistas y extremas, le colocaron en 2020 en la lista negra de Hollywood.
Fue entonces cuando los
rumores de tendencias caníbales y las fuertes adicciones que rodeaban la figura
del actor estadounidense le hicieron tomar la decisión de dar un paso atrás en
los proyectos cinematográficos en los que estaba inmerso para ingresar en una
clínica de rehabilitación y tratar sus perturbadoras adicciones al sexo, además
de sus problemas con el alcohol y las drogas.
Ahora, Hammer ha completado un periodo de rehabilitación de nueve meses y ha vuelto a casa, según ha confirmado su abogado al medio especializado en celebridades E! News. “Puedo confirmar que el señor Hammer ha salido de las instalaciones de tratamiento y se encuentra genial”, ha declarado. Mientras tanto, se enfrenta a la investigación policial de Los Angeles sobre unas alegaciones de agresión y abuso contra él que nunca ha llegado a admitir.
Hammer fue acusado públicamente de violar a una mujer llamada Effie Angelova, que declaró que el actor la había forzado a mantener relaciones sexuales en contra de su voluntad durante cuatro horas y que llegó a temer por su vida en 2017, mientras continuaba casado con su ahora exmujer y madre de sus hijos Elizabeth Chambers, que se mostró devastada tras conocer los hechos. “Durante semanas, he intentado procesar todo lo ocurrido. Estoy en shock”, arrancaba Chambers en su texto, publicado en su cuenta de Instagram. “Apoyo a cualquier víctima de ataques y de abusos y animo a todo aquel que haya experimentado este dolor a que busque la ayuda que necesite para curarse”, declaró la intérprete en un comunicado un mes después del estallido de los rumores. De acuerdo a la revista Vanity Fair, fue a ella a quien llamó el protagonista de Call me by your name en mayo para pedirle ayuda y expresar que estaba listo para someterse a un tratamiento. El 31 de ese mismo mes ingresó en un centro ubicado a las afueras de Orlando, en el estado de Florida (EE UU), donde se ha mantenido alejado del escándalo hasta ahora.
A pesar de que Hammer
aseguró que “no respondería a mentiras”, la policía de Los Ángeles remitió el
caso a la oficina fiscal del distrito local para continuar con la
investigación, tras obtener el contenido de los mensajes que desataron el
escándalo. “Soy 100% caníbal. Te quiero comer. Joder, asusta admitirlo. Nunca
lo he admitido antes. He cortado el corazón de un animal vivo anteriormente y
me lo he comido mientras aún estaba caliente”, decía supuestamente en uno de
ellos. “Me pone pensar en sujetar tu corazón con la mano y controlarlo cuando
palpita”, se leía en otro. Se filtraron capturas de pantalla en las que él le
pedía a una mujer quedar porque “necesitaba beber su sangre”, a lo que ella
aceptaba. “¿Me la darás mañana? No te olvides de que eres mía”, contestaba él.
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