Además, un joven de 19 años, muerto en un enfrentamiento entre pandillas; un marido celoso que fue apuñalado por un cuñado, hermano de la mujer que él agredía; un tío asesinado de una puñalada por el sobrino, y un comerciante ejecutado de un disparo en la nuca por tres desconocidos que escaparon en una motocicleta.
El jueves sangriento, comenzó con la muerte del sargento policial, Javier Mercedes Santiago, de 40 años, quien fue baleado a las 6:00 de la mañana por dos hombres que lo despojaron de su arma de reglamento, en la esquina de la Jacobo Majluta y Hermanas Mirabal, próximo a Villa Mella.
Luego, una patrulla, que persiguió a los homicidas, dio muerte en un enfrentamiento a Aquilino Ferrand Suero (Chicha), de 19 años; mientras que Miguel Anselmo de Paula, de 18, resultó gravemente herido.
Mercedes Santiago fue el agente policial número once muerto o asesinado por delincuentes en los últimos dos meses.
En Sabana Perdida, fue muerto por tres desconocidos el abogado Luis Alfredo Montero Méndez, de 43 años, tras ser interceptado por tres asaltantes cuando llegaba a su casa, junto a su hija Nelfi Elzabeth Montero Ramírez, de 16 años. La menor fue herida gravemente en el tórax. Al padre lo despojaron de una pistola, prendas y sus documentos.
En el residencial El Mambrú III, de La Victoria, Santo Domingo Norte, fue ejecutado de un tiro en la nuca el comerciante Federico Mañón Vargas en un aparente ajuste de cuentas que investiga la Policía. Dos hombres que viajaban en un automóvil le dispararon mientras la víctima estaba sentado frente al volante de una camioneta. También en Villa Mella fue muerto a puñaladas Ángel Luis Fortuna por Lépido Javier Núñez, quien lo habría sorprendido acuchillando a su hermana Luciana Javier Núñez.
En tanto que en Las Cañitas, del Distrito Nacional, fue muerto de un balazo en la cabeza Juancito Reyes, alias Guancho, de 19 años, en medio de un enfrentamiento entre bandas juveniles, que se disputan territorios y hegemonía social en ese barrio de la zona norte de la capital. Fue alcanzado por una bala mientras huía de un grupo que lo perseguía, luego que sostuvieran un riña a puñetazos y pedradas.