El crimen ocurrió a plena luz del día, a las 10:30 de la mañana. Se desconoce como el o los asesinos entraron a la vivienda, ya que las puertas de entrada no presentan signos de violación. La ahorcaron con un cable eléctrico, la lanzaron a la piscina y huyeron. En la casa había dos armas de fuego, una pistola y una escopeta que los atracadores no se llevaron.
Una gran cantidad de personas se agolpó alrededor de la residencia, propiedad de Frank Pepén. Desconsolados, los familiares de la dama pedían justicia. Agentes policiales acordonaron el área para evitar que las personas se acercaran a la puerta principal de la residencia.
