12 de febrero de 2015

Cuando se habla de deportes, los pueblos se unen en una misma alegría y máxime cuando se trata de una serie del caribe, donde las comunidades inmigrantes en Puerto Rico, verán accionar las novenas representativas de sus países de orígenes, no importa la crisis económica, porque jugarán nuestros equipos.  

Éste año el clásico caribeño, llegó a la isla del encanto Puerto Rico, llegó a la ciudad capital San Juan,   llegó a estadio Hiram Bithorn, un parque remozado con las condiciones necesarias para el lucimiento del clásico, donde participan, Cuba, México,  Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico, como excelente anfitrión. 

En las gradas, a pesar del sofocante calor, allí todo es alegría,  compartir entre hermanos latinos que guardaron el costo de las boletas, que sacaron de su tiempo, muchos dejaron de ir a sus trabajos, aunque se descuadren su semana en el pago de sus necesidades básicas, aunque pierdan ése día, que hace falta para completar los gastos mensuales,  pero no importa, tampoco los horarios de los partidos para algunos conjuntos, 1:05 pm, cuando el candente sol logra estragos en el lugar, con un resplandor que sofoca y sólo ves comprar, cervezas, refrescos, agua y sangria.


Me encanta verlos aplaudir a sus novenas, con banderas en manos, gritando,  "Vamos a ganarles".
Quise recoger en éstas imágenes,  sus rostros sumamente felices cuando ganaban, otros triste ante la derrota, así es el deporte, hoy ganas, mañana pierdes.


Hay fanáticos que no asumen éso, que duele hondo, porque es el béisbol un deporte muy apasionado, activo, emocionante, que logra pararnos de nuestros asientos, como puede también  arrugarnos el corazón, cuando pierde nuestro equipo. 


Seguimos en Serie del Caribe 2015, nuestra fiesta de banderas, de cultura, de aplausos, de lágrimas alegrías, saludos entre coterráneos, besos, abrazos y la oportunidad de ver a sus jugadores de cerca, pedirles autógrafos y fotos.


Continúa el evento donde cada pueblo desea llevarse el campeonato, ganar, obtener el galardón, dejar claro quién es el mejor del Caribe. 


Además de jugar para lograrlo, se juega para representar dignamente un país que cifra sus esperanzas en su colectivo, en poner en alto su bandera en tierras puertorriqueñas.


Seguiré recorriendo caras, expresiones, rostros contentos y apenados y más figureos cada partido en el play, muy a pesar de que se gasta tanto dinero.


Pero hay que sacarle punta a todos los lápices y beneficios, porque en una serie del caribe, se goza, pero también se gasta dinero, se consume y muuuuucho, porque hay que celebrar la fiesta deportiva caribeña del béisbol, hay que agitar las banderas, a pesar del calor, hay que ir a ver al estadio a nuestro equipo jugando béisbol.


Todos pal' estadio Hiram Bithorn.

Por: Dominga Valdez
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Disfrute de Serie del Caribe y Crisis económica en Puerto Rico

Cuando se habla de deportes, los pueblos se unen en una misma alegría y máxime cuando se trata de una serie del caribe, donde las comunidades inmigrantes en Puerto Rico, verán accionar las novenas representativas de sus países de orígenes, no importa la crisis económica, porque jugarán nuestros equipos.  

Éste año el clásico caribeño, llegó a la isla del encanto Puerto Rico, llegó a la ciudad capital San Juan,   llegó a estadio Hiram Bithorn, un parque remozado con las condiciones necesarias para el lucimiento del clásico, donde participan, Cuba, México,  Venezuela, República Dominicana y Puerto Rico, como excelente anfitrión. 

En las gradas, a pesar del sofocante calor, allí todo es alegría,  compartir entre hermanos latinos que guardaron el costo de las boletas, que sacaron de su tiempo, muchos dejaron de ir a sus trabajos, aunque se descuadren su semana en el pago de sus necesidades básicas, aunque pierdan ése día, que hace falta para completar los gastos mensuales,  pero no importa, tampoco los horarios de los partidos para algunos conjuntos, 1:05 pm, cuando el candente sol logra estragos en el lugar, con un resplandor que sofoca y sólo ves comprar, cervezas, refrescos, agua y sangria.


Me encanta verlos aplaudir a sus novenas, con banderas en manos, gritando,  "Vamos a ganarles".
Quise recoger en éstas imágenes,  sus rostros sumamente felices cuando ganaban, otros triste ante la derrota, así es el deporte, hoy ganas, mañana pierdes.


Hay fanáticos que no asumen éso, que duele hondo, porque es el béisbol un deporte muy apasionado, activo, emocionante, que logra pararnos de nuestros asientos, como puede también  arrugarnos el corazón, cuando pierde nuestro equipo. 


Seguimos en Serie del Caribe 2015, nuestra fiesta de banderas, de cultura, de aplausos, de lágrimas alegrías, saludos entre coterráneos, besos, abrazos y la oportunidad de ver a sus jugadores de cerca, pedirles autógrafos y fotos.


Continúa el evento donde cada pueblo desea llevarse el campeonato, ganar, obtener el galardón, dejar claro quién es el mejor del Caribe. 


Además de jugar para lograrlo, se juega para representar dignamente un país que cifra sus esperanzas en su colectivo, en poner en alto su bandera en tierras puertorriqueñas.


Seguiré recorriendo caras, expresiones, rostros contentos y apenados y más figureos cada partido en el play, muy a pesar de que se gasta tanto dinero.


Pero hay que sacarle punta a todos los lápices y beneficios, porque en una serie del caribe, se goza, pero también se gasta dinero, se consume y muuuuucho, porque hay que celebrar la fiesta deportiva caribeña del béisbol, hay que agitar las banderas, a pesar del calor, hay que ir a ver al estadio a nuestro equipo jugando béisbol.


Todos pal' estadio Hiram Bithorn.

Por: Dominga Valdez