9 de marzo de 2015

Las festividades del 171 aniversario de la independencia nacional dominicana, que culminaron esta semana en Puerto Rico, donde se desarrollaron inmensas actividades por el Mes de la Patria y la Semana Dominicana, me dejaron muy satisfecha como quisqueyana, porque este año, hubo, una participación masiva de hijos de dominicanos, nacidos en Puerto Rico.  


Mi corazón se llenó de orgullo, cuando esos padres, llevaron a sus vástagos a ser parte de nuestra fiesta patria, donde los pequeños boricuas, con banderas en miniaturas y traje típico de nuestro folclore, posaban orgullosos con la bandera de la República Dominicana.

Esa emoción en sus rostros me decían claro que sus padres, les han educado sobre la cultura y tradiciones dominicanas, que en sus hogares se les ha enseñado amar a la tierra donde nacieron sus progenitores y que para nada les afecta ser hijos de una quisqueyana y un puertorriqueño.

Esas banderas, en las manos, hablaban de una tierra, de unos valores inculcados, hablaban de la proyección que se les ha venido dando a nuestra isla, a nuestra tierra del merengue, aunque, ellos hablen de “Bendito nene, vente, enfogonao, mala mía”, frases utilizadas comúnmente, por todos los nacidos en Borinquen, sin dejar de pedir, mangú con salami, y habichuelas con dulces, manjares típicos de quisqueya la bella.

Pensaba que honestamente en esas casas de padres dominicanos, no se les enseñaba nuestra cultura, creía que nada más se escuchaba reggaetón, pero no, esos niños también escuchan su merengue de Milly Quezada, Juan Luis Guerra, El Torito y bachatas de Frank Reyes, El Chaval, Joe Veras, entre tantos exponentes musicales que tenemos.

Nuestra tradición en Puerto Rico, está más viva que nunca, quedó demostrado en los Primeros Juegos de la Mancomunidad Dominicana, donde participaron 800 atletas, en 14 disciplinas, en una semana de compartir entre niños y jóvenes hijos, nietos de dominicanos hasta la tercera generación, fue hermoso verlo, interés de interactuar, saludándose abrazados, compartiendo como hermanos, participando deportivamente, como una sola familia, una sola raza, un mismo objetivo mancomunado. Verdaderamente, ésta semana dominicana, fue una muy alegre y significativa.

El consulado dominicano realizó un excelente trabajo, con el firme propósito de dar a conocer nuestras fechas patrias, llevando charlas y materiales educativos sobre las bondades que adornan a nuestra tierra de grandes patriotas, peloteros, músicos, historiadores, una nación rica en cultura, sin nada que envidiarle a ninguna isla caribeña, porque además de poseer hermosas riquezas naturales, tenemos una agricultura florecida.

Ojala que cada dominicano en el exterior, continúe manteniendo vivos los tesoros más preciados de los pueblos, su cultura, tradición y raíces.

Por: Dominga Valdez
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Dominicanos preservando sus raíces a través de sus hijos

Las festividades del 171 aniversario de la independencia nacional dominicana, que culminaron esta semana en Puerto Rico, donde se desarrollaron inmensas actividades por el Mes de la Patria y la Semana Dominicana, me dejaron muy satisfecha como quisqueyana, porque este año, hubo, una participación masiva de hijos de dominicanos, nacidos en Puerto Rico.  


Mi corazón se llenó de orgullo, cuando esos padres, llevaron a sus vástagos a ser parte de nuestra fiesta patria, donde los pequeños boricuas, con banderas en miniaturas y traje típico de nuestro folclore, posaban orgullosos con la bandera de la República Dominicana.

Esa emoción en sus rostros me decían claro que sus padres, les han educado sobre la cultura y tradiciones dominicanas, que en sus hogares se les ha enseñado amar a la tierra donde nacieron sus progenitores y que para nada les afecta ser hijos de una quisqueyana y un puertorriqueño.

Esas banderas, en las manos, hablaban de una tierra, de unos valores inculcados, hablaban de la proyección que se les ha venido dando a nuestra isla, a nuestra tierra del merengue, aunque, ellos hablen de “Bendito nene, vente, enfogonao, mala mía”, frases utilizadas comúnmente, por todos los nacidos en Borinquen, sin dejar de pedir, mangú con salami, y habichuelas con dulces, manjares típicos de quisqueya la bella.

Pensaba que honestamente en esas casas de padres dominicanos, no se les enseñaba nuestra cultura, creía que nada más se escuchaba reggaetón, pero no, esos niños también escuchan su merengue de Milly Quezada, Juan Luis Guerra, El Torito y bachatas de Frank Reyes, El Chaval, Joe Veras, entre tantos exponentes musicales que tenemos.

Nuestra tradición en Puerto Rico, está más viva que nunca, quedó demostrado en los Primeros Juegos de la Mancomunidad Dominicana, donde participaron 800 atletas, en 14 disciplinas, en una semana de compartir entre niños y jóvenes hijos, nietos de dominicanos hasta la tercera generación, fue hermoso verlo, interés de interactuar, saludándose abrazados, compartiendo como hermanos, participando deportivamente, como una sola familia, una sola raza, un mismo objetivo mancomunado. Verdaderamente, ésta semana dominicana, fue una muy alegre y significativa.

El consulado dominicano realizó un excelente trabajo, con el firme propósito de dar a conocer nuestras fechas patrias, llevando charlas y materiales educativos sobre las bondades que adornan a nuestra tierra de grandes patriotas, peloteros, músicos, historiadores, una nación rica en cultura, sin nada que envidiarle a ninguna isla caribeña, porque además de poseer hermosas riquezas naturales, tenemos una agricultura florecida.

Ojala que cada dominicano en el exterior, continúe manteniendo vivos los tesoros más preciados de los pueblos, su cultura, tradición y raíces.

Por: Dominga Valdez