El
comunicador e intelectual Álvaro Arvelo realizo una encuesta radiofónica
en la que preguntó a los oyentes de la Z101 y de El Gobierno de la Mañana si
valió la pena matar al sátrapa.
Mayoría
de los oyentes dicen no valió la pena matar al tirano Trujillo.
La
respuesta fue clara y contundente: 21 oyentes respondieron que sí, mientras que
el no acumuló 40 llamadas.
Arvelo
había motivado la encuesta preguntándose a sí mismo si había valido la pena que
hombres como Antonio de la Masa, Wascar Guerrero, Roberto Pastoriza, Amado
García Guerrero, Huáscar Tejeda y Tunti Cáceres hayan perdido la vida, mientras
otros corrieron grandes riesgos para que hoy el país viva en condiciones de
subdesarrollo.
Dijo
que en República Dominicana, la muerte del tirano, ya deberían
estar resueltos los problemas de salud, educación, vivienda, energía eléctrica
y, sobre todo: seguridad.
Sobre
Trujillo y su ascenso en la Polícia Nacional, Álvaro Arvelo lo calificó de
ególatra insaciable, de megalómano increíble, que tras la primera intervención
militar de Estados Unidos al país (1916-1924) quedó como segundo en esa
institución y tras la muerte del jefe de la Policía, fue colocado como jefe de
los uniformados.Ya
en esa posición, amasó una gran fortuna.
En
1924 Horacio Vásquez gana la presidencia a Francisco J. Peynado. Luego -en
1928-, cuando se suponía que debía entregar el Poder, argumentó que había sido
electo con la Constitución de 1908 en la que el período presidencial era de 6
años. Trujillo era el brazo armado de ese gobierno.
En
1930 Horacio Vásquez intenta seguir en el gobierno, y es cuando se produce la
revolución de Santiago, liderada por Rafael Estrella Ureña.
Vásquez
llama a Trujillo a su despacho y éste se compromete a detener a los
revolucionarios que venían de Santiago a la Capital. Sin embargo, esto no
ocurrió, porque Trujillo estaba de acuerdo con los insurrectos. “Era un
gobierno desacreditado, debilitado, que incluso el propio presidente era un
hombre enfermo”.
El
gobierno de Vásquez es derrocado y Estrella Ureña es electo como presidente
provisional. Entonces, “Trujillo organiza una boleta de su Partido Dominicano
presidida por él con Estrella Ureña de vicepresidente”. Así gana la
presidencia, se deshace de Estrella Ureña, también de Desiderio Arias y
gobierna casi sin obstáculos, avanzando, fortaleciéndose.
Sufrió
varias invasiones y expediciones revolucionarias las cuales sofocó con gran
éxito.
Quienes
logran poner fin a su régimen asesinándolo, el 30 de mayo de 1961, eran
personas de su propio entorno, civiles y militares.
El
5 de julio de 1965 llega el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) al país y
se organizan elecciones, ganándolas Juan Emilio Bosch y Gaviño, junto a su
vicepresidente Segundo Armando Tamayo González.
Patricia Báez Martínez http://z101digital.com/