Ser
maestro y maestra implica serias amenazas sobre la salud, por eso las personas
que se dedican a enseñar deben percibir ese riesgo para evitar el impacto
negativo sobre su salud. En estos momentos donde el país exhibe avances
importantes en el tema educativo, la protección a la salud debe ser un
componente fundamental, igual que la capacitación a los mismos.
En
los docente ese riesgo de enfermar está
relacionado con una alteración de su salud mental se trata de la aparición del Síndrome de Burnout, alteración que produce
agotamiento físico y mental, caracterizada por un cambio de actitud y un trato
desagradable a los demás. Otro de los problemas de salud más frecuente en el sector magisterial son las alteraciones de la
voz, expresadas como disfonías y problemas diversos en las cuerdas vocales. También
podemos destacar las alteraciones osteo-musculares, producto de permanecer
mucho tiempo de pie y de adoptar posturas incorrectas, dentro de este grupo de
trastornos estan los dolores de espalda, fatigas musculares. En las maestras son frecuentes las varices que
si no son tratadas a tiempo producen insuficiencia venosa.
A
toda esta situación se suma un aumento en el tiempo de exposición a los
riesgos, por aumentar las horas laborales,
los malos hábitos alimenticios, fumar, antecedentes familiares y estilos
de vida, estos últimos factores son variables que debe controlar el maestro y
la maestra.
Para
disminuir el riesgo de enfermar de nuestros profesores son muchas las
sugerencias y propuestas que se han
hecho, me permito aportar otras:
El Ministerio
de Educación debe implementar programas de prevención de enfermedades
ocupacionales a los maestros y maestras en coordinación con
la Administradora de Riesgos Laborales.
Capacitar
a los maestros en el uso correcto de la voz.
Crear un espacio donde los docentes que se ven obligados al sobre uso de
la voz se mantengan en silencio por un
espacio determinado.Crear la cultura de hacer ejercicios de estiramiento antes
de iniciar la clase. Que cada plantel escolar a través de los médicos
escolares, monitoree y supervise la situación de salud de los maestros
(verificar chequeos, vacunas, pruebas de laboratorios, resultados estudios,
niveles tensionales) y Crear el año sabático para el descanso de los docentes así
como la rotación en el trabajo. Con los
datos estadísticos de los dos
establecimientos de Salud que atienden
maestros fundamentalmente, se debe elaborar el perfil epidemiológico de los
docentes, herramienta importante para dar respuesta a las demandas de atención
en salud y finalmente garantizar como se
ha estado haciendo la construcción de los planteles escolares seguros y
adecuados para el ejercicio de la docencia sin riesgos físicos (iluminación,
ventilación, señalización, control de ruido etc.)
Sin
maestros y maestras sanos, motivados, reconocidossocialmente, no puede haber
calidad de la enseñanza. Para mis
maestros y maestras con cariño.
Por Dra. Carmen Adames