29 de febrero de 2016

  • 2/29/2016 04:02:00 p. m.
Santo Domingo. Las centrales sindicales CNUS, CASC y CNTD expresan a la opinión pública nacional que le llama la atención los renovados ímpetus mostrados en los últimos días, por los empresarios que plantean nuevamente modificar el Código de Trabajo.

El movimiento sindical expresado en CASC, CNTD y CNUS, entiende que la insistencia del sector empresarial no solo es desafortunada, sino también  extemporánea, ya que este es un tema que ha quedado fuera de la agenda del movimiento sindical, por tanto, no es relevante para los trabajadores y las trabajadoras, del gobierno y de la sociedad en sentido general.

En noviembre del año 2015, se dieron por cerradas las discusiones que se llevaban a efecto en el marco del diálogo tripartito que convoco el gobierno y que contó con la mediación del rector de la Universidad Intec, Lic. Rolando Guzmán. Esta ruptura se produjo después de que en 19 rondas de negociaciones no se avanzara más que en algunos aspectos procesales y para mejorar la conciliación; en razón de la posición del movimiento sindical de no ceder ante las pretensiones de los empresarios que querían disminuir conquistas económicas y contractuales entre ellas la mayor garantía del trabajador que es la cesantía , a esto se agrego la conducta asumida por el sector empresarial  en la discusión del comité nacional de salario, que el 20 de mayo puso la tapa al pomo y nos obligo al retiro del dialogo.

Enfatizamos que los empresarios solo están interesados con respecto al código laboral a eliminar la cesantía, flexibilizar la jornada de 44 a 48 horas, disminuyendo el pago de las horas extras y días feriados, mientras por otro lado se niegan rotundamente a poner en práctica los convenio suscritos con el estado dominicano y la Organización Internacional de Trabajo (OIT), tales  como el Convenio 189 sobre Trabajo Decente para los trabajadores y trabajadoras domésticas y el Convenio 183 sobre Protección a la Maternidad que eleva la licencia pre y post natal a 14 semanas.

También se negaron los empleadores a reconocer la obligación que tiene el país de mejorar su legislación para garantizar el ejercicio pleno de la libertad sindical y la negociación colectiva, entre otros aspectos propuestos por las centrales sindicales que fueron descartados de plano por el sector empleador.

Los empresarios, a través del CONEP,COPARDOM ASOCIACION DE INDUSTRIA, ANJE, ACOPROVI, entre otras organizaciones de ese sector, continúan intentando sorprender a las autoridades gubernamentales y a los congresistas tratando de aprovechar la actual coyuntura electoral, haciendo llegar a los candidatos presidenciales la idea de que es necesario “modernizar” el Código de Trabajo, cuando su intención real es que procuran reducir los derechos laborales y con ello contribuir a aumentar los niveles de pobreza y la brecha de la inequidad distributiva que ha caracterizado a la Republica Dominicana.

Para ello recurren a falsedades y tergiversaciones de las situaciones, como por ejemplo insistir en que la “carga laboral” es más alta en la Republica Dominicana que en el resto de la subregión, lo que es totalmente falso.

Un problema central a tratar son los embargos abusivos y al ejercicio temerario de abogados en el área laboral, lo que no constituye un problema del Código de Trabajo sino del ejercicio mismo del derecho, para lo cual se deben establecer parámetros que sirvan de contención a estas prácticas que consideramos lesivas no solo a los empresarios sino al interés nacional.

Las centrales sindicales estamos en contra de estas acciones dolosas ante los tribunales y del uso abusivo de ejecuciones o (embargos) que hacen abogados con baja ética profesional en el área laboral; pero también hay que evidenciar que los abogados de los empresarios recurren a acciones dolosas para impedir el ejercicio de los derechos laborales, sobre todo en el ámbito colectivo, como las presiones, chantajes y amenazas para evitar la constitución de sindicatos y la negociación de convenios colectivos, lo que no es un problema del Código, sino un ejercicio ilegal alejado de la ética del profesional del derecho.

Estas prácticas dolosas tienen consecuencias indeseables en la productividad, pues fomenta el oportunismo de los abogados que hacen ese ejercicio temerario tanto contra los trabajadores como los empresarios.
La temeridad en el ejercicio del derecho y los embargos abusivos y algunas veces ilegales, van a existir siempre, tal como ocurre en el ámbito civil, comercial, administrativo, de tierra e incluso penal, frente a lo cual lo que se requiere es el establecimiento de sanciones responsables cuando se presenten estas actuaciones y  desmotivar con ello esta práctica que se da  en todas las ramas del derecho, como ocurrió hace unos años en Bávaro –Punta Cana, donde un embargo por razones civiles y comerciales se quiso presentar como parte de la problemática laboral.

Las centrales sindicales reiteramos que el tema de la reforma al Código de Trabajo mediante la cual se intentó reducir los derechos laborales quedo cerrado y alertamos a las actuales autoridades ejecutivas, congresistas y a aquellos/as que están participando en la campaña electoral, tanto para los cargos del ejecutivo como en los congresos,  municipios y a la sociedad en sentido general, de no dejarse confundir con esta renovada insistencia de los empresarios, de que es necesario reducir los derechos laborales para que el país sea más competitivo y se creen más empleos formales.


Diversos estudios de instituciones y especialistas nacionales e internacionales han demostrado la falsedad de esta premisa, incluyendo las afirmaciones regulares del gobernador de nuestro Banco Central que al referirse al crecimiento por años consecutivos que ha tenido nuestra económica desmienten la versión de los empleadores que los derechos laborales son carga para la productividad de la empresa.    
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Afirman insistencia del sector empresarial por reforma de código de trabajo es extemporánea

Santo Domingo. Las centrales sindicales CNUS, CASC y CNTD expresan a la opinión pública nacional que le llama la atención los renovados ímpetus mostrados en los últimos días, por los empresarios que plantean nuevamente modificar el Código de Trabajo.

El movimiento sindical expresado en CASC, CNTD y CNUS, entiende que la insistencia del sector empresarial no solo es desafortunada, sino también  extemporánea, ya que este es un tema que ha quedado fuera de la agenda del movimiento sindical, por tanto, no es relevante para los trabajadores y las trabajadoras, del gobierno y de la sociedad en sentido general.

En noviembre del año 2015, se dieron por cerradas las discusiones que se llevaban a efecto en el marco del diálogo tripartito que convoco el gobierno y que contó con la mediación del rector de la Universidad Intec, Lic. Rolando Guzmán. Esta ruptura se produjo después de que en 19 rondas de negociaciones no se avanzara más que en algunos aspectos procesales y para mejorar la conciliación; en razón de la posición del movimiento sindical de no ceder ante las pretensiones de los empresarios que querían disminuir conquistas económicas y contractuales entre ellas la mayor garantía del trabajador que es la cesantía , a esto se agrego la conducta asumida por el sector empresarial  en la discusión del comité nacional de salario, que el 20 de mayo puso la tapa al pomo y nos obligo al retiro del dialogo.

Enfatizamos que los empresarios solo están interesados con respecto al código laboral a eliminar la cesantía, flexibilizar la jornada de 44 a 48 horas, disminuyendo el pago de las horas extras y días feriados, mientras por otro lado se niegan rotundamente a poner en práctica los convenio suscritos con el estado dominicano y la Organización Internacional de Trabajo (OIT), tales  como el Convenio 189 sobre Trabajo Decente para los trabajadores y trabajadoras domésticas y el Convenio 183 sobre Protección a la Maternidad que eleva la licencia pre y post natal a 14 semanas.

También se negaron los empleadores a reconocer la obligación que tiene el país de mejorar su legislación para garantizar el ejercicio pleno de la libertad sindical y la negociación colectiva, entre otros aspectos propuestos por las centrales sindicales que fueron descartados de plano por el sector empleador.

Los empresarios, a través del CONEP,COPARDOM ASOCIACION DE INDUSTRIA, ANJE, ACOPROVI, entre otras organizaciones de ese sector, continúan intentando sorprender a las autoridades gubernamentales y a los congresistas tratando de aprovechar la actual coyuntura electoral, haciendo llegar a los candidatos presidenciales la idea de que es necesario “modernizar” el Código de Trabajo, cuando su intención real es que procuran reducir los derechos laborales y con ello contribuir a aumentar los niveles de pobreza y la brecha de la inequidad distributiva que ha caracterizado a la Republica Dominicana.

Para ello recurren a falsedades y tergiversaciones de las situaciones, como por ejemplo insistir en que la “carga laboral” es más alta en la Republica Dominicana que en el resto de la subregión, lo que es totalmente falso.

Un problema central a tratar son los embargos abusivos y al ejercicio temerario de abogados en el área laboral, lo que no constituye un problema del Código de Trabajo sino del ejercicio mismo del derecho, para lo cual se deben establecer parámetros que sirvan de contención a estas prácticas que consideramos lesivas no solo a los empresarios sino al interés nacional.

Las centrales sindicales estamos en contra de estas acciones dolosas ante los tribunales y del uso abusivo de ejecuciones o (embargos) que hacen abogados con baja ética profesional en el área laboral; pero también hay que evidenciar que los abogados de los empresarios recurren a acciones dolosas para impedir el ejercicio de los derechos laborales, sobre todo en el ámbito colectivo, como las presiones, chantajes y amenazas para evitar la constitución de sindicatos y la negociación de convenios colectivos, lo que no es un problema del Código, sino un ejercicio ilegal alejado de la ética del profesional del derecho.

Estas prácticas dolosas tienen consecuencias indeseables en la productividad, pues fomenta el oportunismo de los abogados que hacen ese ejercicio temerario tanto contra los trabajadores como los empresarios.
La temeridad en el ejercicio del derecho y los embargos abusivos y algunas veces ilegales, van a existir siempre, tal como ocurre en el ámbito civil, comercial, administrativo, de tierra e incluso penal, frente a lo cual lo que se requiere es el establecimiento de sanciones responsables cuando se presenten estas actuaciones y  desmotivar con ello esta práctica que se da  en todas las ramas del derecho, como ocurrió hace unos años en Bávaro –Punta Cana, donde un embargo por razones civiles y comerciales se quiso presentar como parte de la problemática laboral.

Las centrales sindicales reiteramos que el tema de la reforma al Código de Trabajo mediante la cual se intentó reducir los derechos laborales quedo cerrado y alertamos a las actuales autoridades ejecutivas, congresistas y a aquellos/as que están participando en la campaña electoral, tanto para los cargos del ejecutivo como en los congresos,  municipios y a la sociedad en sentido general, de no dejarse confundir con esta renovada insistencia de los empresarios, de que es necesario reducir los derechos laborales para que el país sea más competitivo y se creen más empleos formales.


Diversos estudios de instituciones y especialistas nacionales e internacionales han demostrado la falsedad de esta premisa, incluyendo las afirmaciones regulares del gobernador de nuestro Banco Central que al referirse al crecimiento por años consecutivos que ha tenido nuestra económica desmienten la versión de los empleadores que los derechos laborales son carga para la productividad de la empresa.