19 de diciembre de 2016

Donald Trump logró oficialmente los 270 votos con los electores en Texas, poco antes de las 5:30 p.m, por lo que de esta forma el Colegio Electoral eligió oficialmente a Donald Trump como presidente de los Estados Unidos el lunes.
Varios electores se opusieron a sus estados optando por emitir sus votos presidenciales para alguien que no fuera Trump o Hillary Clinton, dijo The Huffington Post.

Los miembros del Colegio Electoral se reunieron en sus respectivas capitales estatales para votar por los candidatos presidenciales y vicepresidenciales por los que se habían comprometido a votar a principios de este año. 

Muchos electores, sin embargo, no estaban legalmente obligados a votar por un candidato determinado. Algunos electores – conocidos como “electores sin fe” – votaron en contra de su partido político o se negaron a votar.

Donald Trump obtuvo un triunfo cómodo en el Colegio Electoral pese a los miles de manifestantes en su contra que se reunieron en capitolios estatales de todo el país.

La votación del lunes asegura que el multimillonario se convertirá en el 45to presidente de Estados Unidos.

Texas fue el estado con el que el republicano superó la barrera necesaria de los 270 votos electorales. Los electores habían recibido un gran número de emails, llamadas y correo exhortándolos a no respaldar a Trump. Dos de los electores del estado realizaron votos de protesta en contra de Trump, pero al final obtuvo muchos más de los necesarios.

El Colegio Electoral tiene 538 miembros, y el número de ellos que se designa a cada estado se basa en la cantidad de representantes que tiene en la Cámara y uno más por cada senador. El Distrito de Columbia tiene tres, pese al hecho de que la sede del Congreso no tiene voto en el mismo.

El Congreso se reunirá en una sesión conjunta el 6 de enero para contar los votos del Colegio Electoral.

El elector demócrata David Bright de Maine optó por emitir su voto para el senador Bernie Sanders (I-Vt.), Quien perdió ante Clinton en las primarias presidenciales demócratas.

“Di mi voto por Bernie Sanders no por rencor, o malicia, o enojo, o como un acto de desobediencia civil”, dijo Bright en un comunicado. “Quiero decir que no hay falta de respeto a nuestro candidato. Di mi voto para representar a miles de votantes demócratas de Maine -muchos menos de un tercio de mi edad- que entraron en la política de Maine por primera vez este año debido a Bernie Sanders “.

Bright podría enfrentar una multa por sus acciones, pero ningún elector ha sido penalizado anteriormente.

Cuando Bright emitió el voto de Sanders el lunes, fue declarado fuera de servicio. Luego votó por Clinton en su lugar.

Los llamados para que Trump fuera rechazado por los miembros del Colegio Electoral fueron ignorados el lunes – con sólo dos electores republicanos “infieles” rechazándolo y cuatro demócratas que al final no votaron por Hillary Clinton.


En Minnesota, un elector que debía elegir a Clinton se negó a votar y fue reemplazado.

Otro elector, esta vez en Colorado, fue reemplazado cuando votó por John Kasich en lugar de Hillary Clinton.

Cuatro miembros del Colegio Electoral del estado de Washington emitieron su voto por un candidato diferente a Hillary Clinton, pese a que ella ganó el voto popular en el estado.

Es la primera ocasión en cuatro décadas que los electores del estado no ratifican al ganador del voto popular para la presidencia. 

Los 12 electores de Washington se reunieron la tarde del lunes en el Capitolio estatal para completar la formalidad constitucional. Clinton obtuvo ocho votos, mientras que otros candidatos obtuvieron los cuatro restantes.

El candidato republicano Donald Trump consiguió 306 votos electorales en la elección del 8 de noviembre y Clinton 232.


Fuente: http://mundohispanico.com/
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Pese a que el republicano Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos el pasado 8 de noviembre, aún tiene que ser elegido formalmente el próximo 19 de diciembre a través del Colegio Electoral, ya que el sistema electoral del país norteamericano se rige por voto indirecto.
Un presidente necesita obtener una mayoría de 270 votos de los diputados del Colegio Electoral, que se compone de 538 personas que representan a sus respectivos Estados. Si cada compromisario vota de acuerdo con la voluntad del pueblo, Trump saldrá elegido como presidente con 306 votos, mientras que la candidata demócrata, Hillary Clinton, recibirá 232 votos.


Sin embargo, la ley federal de EE.UU. no tiene reglas que obliguen a los compromisarios a votar de una manera u otra. Algunos Estados requieren a sus electores que se comprometan a votar de acuerdo con la voluntad popular, ya que optar por otro candidato o la abstención se considera una violación del juramento y, en 24 Estados, está castigado por ley con pequeñas multas.

Con que al menos 37 electores republicanos rechacen apoyar al multimillonario, ninguno de los dos candidatos obtendrá los 270 votos necesarios para llegar a la presidencia de EE.UU. En este caso, será la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, la que nombre un nuevo presidente.

¿Habrá compromisarios desleales?

En declaraciones al canal MSNBC, el profesor de derecho de la Universidad de Harvard (Cambridge, Massachusetts), Larry Lessing, afirmó este martes que "al menos 20" miembros republicanos del Colegio Electoral piensan en votar en contra del multimillonario neoyorquino.
Sin embargo, el profesor no aportó pruebas que avalen su declaración, que contradice las afirmaciones del Comité Nacional Republicano, según el cual, los compromisarios siguen siendo leales a Trump. Las declaraciones de Lessing fueron tachadas de infundadas y falsas por el diario 'The Wall Street Journal'.
Mientras tanto, para calibrar el riesgo real de deslealtad al presidente electo de EE.UU. entre los compromisarios, la agencia AP ha llevado a cabo su propia investigación, llamando a más de 330 electores de ambos partidos. "Si les gusta o no Trump […], se sienten obligados por la historia, el deber, la lealtad partidista o la ley para sellar los resultados de su Estado", indica la agencia.
Hasta la fecha solo un compromisario republicano, Christopher Suprun, del Estado de Texas, ha anunciado que se niega a votar por el magnate en la segunda fase de los comicios de EE.UU. De esta forma, Suprun pasaría a formar parte de la lista de electores desleales en la historia del país, que hasta ahora cuenta con 157 casos.
"Hay más prisa que esperanza detrás del esfuerzo de hacer  descarrilar la presidencia de Donald Trump en el Colegio Electoral", explica AP.
Tras los comicios del pasado noviembre los compromisarios republicanos se ven presionados por adversarios del presidente electo para que se nieguen a votar por Trump. Desde la victoria del magnate, activistas han lanzado peticiones en el portal faithlessnow y en la plataforma Change.org, en las que tachan de "no apto" al magnate para el cargo de presidente, mientras que en Internet han aparecido varios videos de celebridades y de políticos que también instan a los delegados a abstenerse de votar por el presidente electo.

Fuente: https://actualidad.rt.com/

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Donald Trump está muy ocupado armando su gabinete y planeando su agenda, 
pero todavía no es oficialmente el próximo presidente de Estados Unidos.

Una de las singularidades de la democracia estadounidense es que se reduce a un grupo de 538 “electores” —miembros de un Colegio Electoral— que, en esta nación de 318 millones de personas, son quienes realmente eligen al presidente.



Lo harán, a través de reuniones en sus respectivos estados, el próximo 19 de diciembre. El resultado es previsible, pero hay un espacio, aunque pequeño, para una sorpresa: una rebelión de lo que algunos demócratas e incluso algunos republicanos han llamado “electores desleales”.


Ninguno de los electores está obligado constitucionalmente a seguir el deseo del pueblo que representa y en esta temporada electoral (y poselectoral) tan extraña, un arcaico sistema que se estableció en la Convención Constitucional de 1787, puede —y esto es muy improbable, pero legalmente puede hacerlo— rebelarse y potencialmente negarle la presidencia a Trump.


Escenario 1: El sistema funciona y Trump gana




Más de 136 millones de estadounidenses emitieron su voto para presidente el día de la elección, en noviembre. Aunque Clinton superó a Trump por casi 3 millones de votos, el republicano ganó en una serie de estados disputados y con eso se aseguró una clara victoria en el Colegio Electoral.


Con base en ese voto del 8 de noviembre, Trump proyecta tener 306 votos del Colegio Electoral; necesita mínimo 270 de ellos para ser escogido formalmente durante las reuniones del próximo 19 de diciembre. Esos resultados serán contados y certificados por una Sesión Conjunta del Congreso el 3 de enero del 2017. Cualquier otro resultado arrojaría a la república a una especie de caos que no se ha visto en el país en los últimos 140 años.


En 48 estados y en el Distrito de Columbia todos los votos electorales son otorgados al candidato que gana la mayoría simple del voto popular emitido en ese estado. A ese sistema se le conoce como el del “ganador que se lo lleva todo”.


Dos estados —Maine y Nebraska— operan bajo un “sistema de distrito” que otorga los votos electorales a los candidatos según el voto estatal y según el voto en los distritos electorales. Por primera vez en la historia, Maine está dividiendo sus votos electorales: Clinton tendrá 3 y Trump se quedará con 1, por su victoria en el segundo distrito electoral.


Escenario 2: ‘Electores desleales’ se rebelan y giran la elección a favor de Clinton




Si el voto de cada uno cuenta como tal, entonces Clinton recibirá 232 votos electorales, menos que la mayoría de 270 que necesita para ser elegida presidenta. Así que su destino está sellado. Para reversar esa situación se requiere una extraordinaria rebelión de docenas de electores que pertenezcan a por lo menos 38 de los estados donde ganó Trump, para darle su apoyo a Clinton y hacer que llegue a la mágica cifra de 270.

¿Por qué esto resulta tan improbable? Primero, hay que considerar la composición del Colegio Electoral. Las dos vías más comunes de escoger a los electores —procesos a nivel estatal— son una convención partidaria estatal o un comité estatal, también del partido. Eso significa que los electores suelen ser leales a sus partidos y también suelen ser activistas, así que no abandonarán a Trump desafiando a sus amigos del Partido Republicano y a sus colegas.


Escenario 3: Los electores de Trump se equivocan, pero ningún candidato alcanza los 270 votos

Antes de profundizar en la forma en que la situación puede empeorar, aquí van unas pocas razones por las que eso no sucederá.

Aunque no hay nada en la Constitución o en las leyes federales que prevenga la existencia de “electores desleales” que voten por un candidato que no recibió la mayoría simple del voto popular en su estado, 29 estados tienen leyes que desalientan a potenciales rebeldes. Entre los castigos se encuentran multas o incluso la amenaza de ser reemplazado por otro elector.


Pero esas leyes rara vez han sido probadas y es poco lo que puede hacer un estado para prevenir la rebelión de un elector que esté dispuesto a aceptar un castigo. Siendo así, ¿qué sucede si los “rebeldes” sabotean los resultados y efectivamente le niegan tanto a Trump como a Clinton los 270 votos?





Si el estancamiento persiste y la Cámara de Representantes no puede votar para elegir un ganador —mucho más improbable dado que 33 delegaciones estatales están controladas por el Partido Republicano— el nuevo vicepresidente, elegido como tal en el Senado (con un voto potencial ya decidido por una cara familiar), se convertiría en el presidente en funciones.


































Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/
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Ya es oficial: Colegio Electoral oficializa victoria de Donald Trump

Donald Trump logró oficialmente los 270 votos con los electores en Texas, poco antes de las 5:30 p.m, por lo que de esta forma el Colegio Electoral eligió oficialmente a Donald Trump como presidente de los Estados Unidos el lunes.
Varios electores se opusieron a sus estados optando por emitir sus votos presidenciales para alguien que no fuera Trump o Hillary Clinton, dijo The Huffington Post.

Los miembros del Colegio Electoral se reunieron en sus respectivas capitales estatales para votar por los candidatos presidenciales y vicepresidenciales por los que se habían comprometido a votar a principios de este año. 

Muchos electores, sin embargo, no estaban legalmente obligados a votar por un candidato determinado. Algunos electores – conocidos como “electores sin fe” – votaron en contra de su partido político o se negaron a votar.

Donald Trump obtuvo un triunfo cómodo en el Colegio Electoral pese a los miles de manifestantes en su contra que se reunieron en capitolios estatales de todo el país.

La votación del lunes asegura que el multimillonario se convertirá en el 45to presidente de Estados Unidos.

Texas fue el estado con el que el republicano superó la barrera necesaria de los 270 votos electorales. Los electores habían recibido un gran número de emails, llamadas y correo exhortándolos a no respaldar a Trump. Dos de los electores del estado realizaron votos de protesta en contra de Trump, pero al final obtuvo muchos más de los necesarios.

El Colegio Electoral tiene 538 miembros, y el número de ellos que se designa a cada estado se basa en la cantidad de representantes que tiene en la Cámara y uno más por cada senador. El Distrito de Columbia tiene tres, pese al hecho de que la sede del Congreso no tiene voto en el mismo.

El Congreso se reunirá en una sesión conjunta el 6 de enero para contar los votos del Colegio Electoral.

El elector demócrata David Bright de Maine optó por emitir su voto para el senador Bernie Sanders (I-Vt.), Quien perdió ante Clinton en las primarias presidenciales demócratas.

“Di mi voto por Bernie Sanders no por rencor, o malicia, o enojo, o como un acto de desobediencia civil”, dijo Bright en un comunicado. “Quiero decir que no hay falta de respeto a nuestro candidato. Di mi voto para representar a miles de votantes demócratas de Maine -muchos menos de un tercio de mi edad- que entraron en la política de Maine por primera vez este año debido a Bernie Sanders “.

Bright podría enfrentar una multa por sus acciones, pero ningún elector ha sido penalizado anteriormente.

Cuando Bright emitió el voto de Sanders el lunes, fue declarado fuera de servicio. Luego votó por Clinton en su lugar.

Los llamados para que Trump fuera rechazado por los miembros del Colegio Electoral fueron ignorados el lunes – con sólo dos electores republicanos “infieles” rechazándolo y cuatro demócratas que al final no votaron por Hillary Clinton.


En Minnesota, un elector que debía elegir a Clinton se negó a votar y fue reemplazado.

Otro elector, esta vez en Colorado, fue reemplazado cuando votó por John Kasich en lugar de Hillary Clinton.

Cuatro miembros del Colegio Electoral del estado de Washington emitieron su voto por un candidato diferente a Hillary Clinton, pese a que ella ganó el voto popular en el estado.

Es la primera ocasión en cuatro décadas que los electores del estado no ratifican al ganador del voto popular para la presidencia. 

Los 12 electores de Washington se reunieron la tarde del lunes en el Capitolio estatal para completar la formalidad constitucional. Clinton obtuvo ocho votos, mientras que otros candidatos obtuvieron los cuatro restantes.

El candidato republicano Donald Trump consiguió 306 votos electorales en la elección del 8 de noviembre y Clinton 232.


Fuente: http://mundohispanico.com/
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Pese a que el republicano Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de Estados Unidos el pasado 8 de noviembre, aún tiene que ser elegido formalmente el próximo 19 de diciembre a través del Colegio Electoral, ya que el sistema electoral del país norteamericano se rige por voto indirecto.
Un presidente necesita obtener una mayoría de 270 votos de los diputados del Colegio Electoral, que se compone de 538 personas que representan a sus respectivos Estados. Si cada compromisario vota de acuerdo con la voluntad del pueblo, Trump saldrá elegido como presidente con 306 votos, mientras que la candidata demócrata, Hillary Clinton, recibirá 232 votos.


Sin embargo, la ley federal de EE.UU. no tiene reglas que obliguen a los compromisarios a votar de una manera u otra. Algunos Estados requieren a sus electores que se comprometan a votar de acuerdo con la voluntad popular, ya que optar por otro candidato o la abstención se considera una violación del juramento y, en 24 Estados, está castigado por ley con pequeñas multas.

Con que al menos 37 electores republicanos rechacen apoyar al multimillonario, ninguno de los dos candidatos obtendrá los 270 votos necesarios para llegar a la presidencia de EE.UU. En este caso, será la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, la que nombre un nuevo presidente.

¿Habrá compromisarios desleales?

En declaraciones al canal MSNBC, el profesor de derecho de la Universidad de Harvard (Cambridge, Massachusetts), Larry Lessing, afirmó este martes que "al menos 20" miembros republicanos del Colegio Electoral piensan en votar en contra del multimillonario neoyorquino.
Sin embargo, el profesor no aportó pruebas que avalen su declaración, que contradice las afirmaciones del Comité Nacional Republicano, según el cual, los compromisarios siguen siendo leales a Trump. Las declaraciones de Lessing fueron tachadas de infundadas y falsas por el diario 'The Wall Street Journal'.
Mientras tanto, para calibrar el riesgo real de deslealtad al presidente electo de EE.UU. entre los compromisarios, la agencia AP ha llevado a cabo su propia investigación, llamando a más de 330 electores de ambos partidos. "Si les gusta o no Trump […], se sienten obligados por la historia, el deber, la lealtad partidista o la ley para sellar los resultados de su Estado", indica la agencia.
Hasta la fecha solo un compromisario republicano, Christopher Suprun, del Estado de Texas, ha anunciado que se niega a votar por el magnate en la segunda fase de los comicios de EE.UU. De esta forma, Suprun pasaría a formar parte de la lista de electores desleales en la historia del país, que hasta ahora cuenta con 157 casos.
"Hay más prisa que esperanza detrás del esfuerzo de hacer  descarrilar la presidencia de Donald Trump en el Colegio Electoral", explica AP.
Tras los comicios del pasado noviembre los compromisarios republicanos se ven presionados por adversarios del presidente electo para que se nieguen a votar por Trump. Desde la victoria del magnate, activistas han lanzado peticiones en el portal faithlessnow y en la plataforma Change.org, en las que tachan de "no apto" al magnate para el cargo de presidente, mientras que en Internet han aparecido varios videos de celebridades y de políticos que también instan a los delegados a abstenerse de votar por el presidente electo.

Fuente: https://actualidad.rt.com/

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Donald Trump está muy ocupado armando su gabinete y planeando su agenda, 
pero todavía no es oficialmente el próximo presidente de Estados Unidos.

Una de las singularidades de la democracia estadounidense es que se reduce a un grupo de 538 “electores” —miembros de un Colegio Electoral— que, en esta nación de 318 millones de personas, son quienes realmente eligen al presidente.



Lo harán, a través de reuniones en sus respectivos estados, el próximo 19 de diciembre. El resultado es previsible, pero hay un espacio, aunque pequeño, para una sorpresa: una rebelión de lo que algunos demócratas e incluso algunos republicanos han llamado “electores desleales”.


Ninguno de los electores está obligado constitucionalmente a seguir el deseo del pueblo que representa y en esta temporada electoral (y poselectoral) tan extraña, un arcaico sistema que se estableció en la Convención Constitucional de 1787, puede —y esto es muy improbable, pero legalmente puede hacerlo— rebelarse y potencialmente negarle la presidencia a Trump.


Escenario 1: El sistema funciona y Trump gana




Más de 136 millones de estadounidenses emitieron su voto para presidente el día de la elección, en noviembre. Aunque Clinton superó a Trump por casi 3 millones de votos, el republicano ganó en una serie de estados disputados y con eso se aseguró una clara victoria en el Colegio Electoral.


Con base en ese voto del 8 de noviembre, Trump proyecta tener 306 votos del Colegio Electoral; necesita mínimo 270 de ellos para ser escogido formalmente durante las reuniones del próximo 19 de diciembre. Esos resultados serán contados y certificados por una Sesión Conjunta del Congreso el 3 de enero del 2017. Cualquier otro resultado arrojaría a la república a una especie de caos que no se ha visto en el país en los últimos 140 años.


En 48 estados y en el Distrito de Columbia todos los votos electorales son otorgados al candidato que gana la mayoría simple del voto popular emitido en ese estado. A ese sistema se le conoce como el del “ganador que se lo lleva todo”.


Dos estados —Maine y Nebraska— operan bajo un “sistema de distrito” que otorga los votos electorales a los candidatos según el voto estatal y según el voto en los distritos electorales. Por primera vez en la historia, Maine está dividiendo sus votos electorales: Clinton tendrá 3 y Trump se quedará con 1, por su victoria en el segundo distrito electoral.


Escenario 2: ‘Electores desleales’ se rebelan y giran la elección a favor de Clinton




Si el voto de cada uno cuenta como tal, entonces Clinton recibirá 232 votos electorales, menos que la mayoría de 270 que necesita para ser elegida presidenta. Así que su destino está sellado. Para reversar esa situación se requiere una extraordinaria rebelión de docenas de electores que pertenezcan a por lo menos 38 de los estados donde ganó Trump, para darle su apoyo a Clinton y hacer que llegue a la mágica cifra de 270.

¿Por qué esto resulta tan improbable? Primero, hay que considerar la composición del Colegio Electoral. Las dos vías más comunes de escoger a los electores —procesos a nivel estatal— son una convención partidaria estatal o un comité estatal, también del partido. Eso significa que los electores suelen ser leales a sus partidos y también suelen ser activistas, así que no abandonarán a Trump desafiando a sus amigos del Partido Republicano y a sus colegas.


Escenario 3: Los electores de Trump se equivocan, pero ningún candidato alcanza los 270 votos

Antes de profundizar en la forma en que la situación puede empeorar, aquí van unas pocas razones por las que eso no sucederá.

Aunque no hay nada en la Constitución o en las leyes federales que prevenga la existencia de “electores desleales” que voten por un candidato que no recibió la mayoría simple del voto popular en su estado, 29 estados tienen leyes que desalientan a potenciales rebeldes. Entre los castigos se encuentran multas o incluso la amenaza de ser reemplazado por otro elector.


Pero esas leyes rara vez han sido probadas y es poco lo que puede hacer un estado para prevenir la rebelión de un elector que esté dispuesto a aceptar un castigo. Siendo así, ¿qué sucede si los “rebeldes” sabotean los resultados y efectivamente le niegan tanto a Trump como a Clinton los 270 votos?





Si el estancamiento persiste y la Cámara de Representantes no puede votar para elegir un ganador —mucho más improbable dado que 33 delegaciones estatales están controladas por el Partido Republicano— el nuevo vicepresidente, elegido como tal en el Senado (con un voto potencial ya decidido por una cara familiar), se convertiría en el presidente en funciones.


































Fuente: http://cnnespanol.cnn.com/