Por Carmen Adames, médico epidemióloga. Las cifras
publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que en el
mundo cada 40 segundos una persona se quita la vida o se suicida es decir por
cada 100,000 personas 16 mueren de esta manera, que en números absolutos es
casi un millón de personas. Estas cifras lejos de disminuir aumentan cada año y
sobre todo entre los jóvenes de 15 – 24 años.
En República
Dominicana el suicidio se ha convertido en un problema de salud que va en
aumento, los registros indican que son hombres la mayoría que lo logran, pero
que las mujeres lo intentan más con elementos que se pueden revertir y el
segmento de edad ha variado según el año pero los últimos casos registrados
correspondieron al grupo de entre 20 -34 años.
Existen factores
de riesgo que potencian la idea del suicidio tales como trastornos
psicológicos, principalmente depresión, que puede ser por padecer enfermedad
incurable, problemas economicos o familiares, la bipolaridad, uso y abuso de alcohol y
sustancias prohibidas, además de factores hereditarios. También los elementos
sociales y culturales junto a la pérdida de valores pueden contribuir.
Otro elemento
que potencia la ocurrencia de suicidios es una persona con trastornos mentales sin
medicamentos. La OMS publica que el 5% de la población de América Latina y el
Caribe padecen depresión y que 6 de cada 10 pacientes no recibe tratamiento. En
República Dominicana el 4.7% de la población la padece (OMS) aún estan sin cobertura
los trastornos mentales en la seguridad social.
Lo cierto es que
el abordaje para prevenir el suicidio debe ser integral y no solo ser tratado
desde el ámbito de la salud, recordemos que el ser humano es biológico,
psicológico y social y que estas tres esferas deben funcionar integral y
armónicamente para tener salud.
Con la idea de
que los países diseñen estrategias basados en estas tres esferas, para prevenir
el suicidio desde el 2003 se declaró el 10 de septiembre de cada año como Dia
de la Prevención del Suicidio, sin embargo muchos países incluyendo el nuestro
no tienen un plan de acción diseñado, las respuestas al problema son
mediáticas, convirtiéndose el suicidio en un tema de interés noticioso y un
problema para la familia de la persona que comete el suicidio.
Es necesario
cambiar esta realidad las autoridades de salud, junto a la sociedad que agrupa
a los profesionales tanto de psicología como psiquiatría, que han hecho
propuestas viables, deben juntos diseñar
un plan preventivo, educar a las familias, a los maestros y maestras a los
responsables de gestión humana en las empresas, designar recursos para la
prevención tal y como dice la OMS prevenir el suicidio no es tarea fácil, pero si
no iniciamos implementación entonces el problema será mayor y eso se demuestra
con el incremento del suicidio cada año.