Por Julio Portillo, historiador, internacionalista e articulista venezolano.Es proverbial el progresivo aislamiento de la dictadura venezolana.
Está metida en su concha, o lo que es lo mismo en su laberinto. Aunque las redes están abarrotadas de rumores de invasión, lo más real es el encierro internacional del gobierno venezolano.
En las Naciones Unidas, Venezuela perdió el derecho a
voto por falta de pago. El Presidente peruano Kuczynski pide a Maduro que no
asista a la Cumbre de las Américas en abril, pues no será bienvenido y lo
esperan protestas de las miles de venezolanos exiliados y refugiados. El grupo
de Lima, de cancilleres latinoamericanos declaró que no reconocerá elecciones
adelantadas de la tiranía chavista. El nuevo Presidente de Chile, Piñera, ha
pedido que Maduro no asista a la toma de posesión.
Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea han seguido
sancionando por corruptos a funcionarios venezolanos, algunos ya detenidos en
España e imponiendo medidas restrictivas a la economía de este país. La
producción petrolera venezolana cayó en enero 47.300 b/d y PDVSA enfrenta
huelgas internas de trabajadores y ha reducido sus horarios de trabajo por la
crisis que atraviesa. La Fiscalía Federal de USA, en Houston, investiga a
Rafael Ramírez por sobornos millonarios.
El Presidente dominicano, Danilo Medina, pudo comprobar
en su propio patio, la gravedad de la situación política venezolana, al
fracasar una vez más los intentos de Maduro de legitimarse con un falso
dialogo. Igualmente los presidentes de Argentina y Colombia, Macri y Santos,
han declarado que no reconocerán las elecciones de la dictadura y han
denunciado la crisis humanitaria por la que atraviesa Venezuela.
Estamos a un paso donde la Corte Internacional de
Justicia de La Haya, le dé la razón a Guyana en lo del Esequibo, por culpa del
abandono que durante años Chávez y Maduro le dieron a la reclamación. La Gran
Bretaña y Brasil le advirtieron a Maduro que no permitirán una intervención
armada contra la antigua colonia inglesa. Como un mensaje a García, como se
dice, pueden interpretarse los ejercicios militares de Colombia, Brasil, Perú y
Estados Unidos en Tabatinga. Y la diplomacia brasileña visitó expresamente a
los gobiernos de Guyana y Surinam para tratar la situación venezolana. El canciller del Paraguayha vuelto a denunciar al gobierno autoritario de Nicolás
Maduro y sus secuaces.
No sería de extrañar que los países integrantes del Pacto
Amazónico sancionen a Venezuela por las deforestaciones e incursiones en ese
territorio, que llevan adelante militares venezolanos en lo que han dado por
llamar “el arco minero”, que no es otra cosa que la extracción ilegal de oro y
otros minerales, que sin control alguno se comercian en Puerto España.
Mientras tanto el Alcalde Metropolitano de Caracas
Antonio Ledezma y la Fiscal Luisa Ortega Díaz siguen recorriendo el mundo
denunciando los crímenes del régimen venezolano, al punto que la Corte
Internacional de Derechos Humanos comprueba los padecimientos de la diáspora
venezolana.