
En respuesta a las últimas sanciones tomadas por el
gobierno de Donald Trump, el régimen de Nicolás Maduro se declara en ofensiva y
desatará una ola represiva contra la disidencia, tal y como lo temían los
diputados de la oposición, según difundió AlNavío
El fracaso de la negociación entre Guaidó y Maduro
marcaría el inicio de una ola represiva por parte de Nicolás Maduro y Diosdado
Cabello, según lo habían anticipado algunos parlamentarios de la oposición.
“Si fracasa este nuevo intento vendrá más represión
contra nosotros. Será una razzia”, reseñó el articulista del diario ALnavío,
Pedro Benítez.
A través de un comunicado, el régimen de Maduro confirmó
que no acudiría a la ronda de negociaciones, pese a que la delegación de Guaidó
ya estaba en el sitio.
El régimen de Maduro siente un gran apoyo tras las
declaraciones de los portavoces de las cancillerías de Rusia y China. La
vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, apeló al respaldo de Rusia y China
una vez se conocieron las medidas y encontró eco en declaraciones oficiales.
Es de hacer notar que el canciller ruso, Serguéi Lavrov,
llegó a usar la misma expresión que el canciller de Maduro, Jorge Arreaza, calificando
de “terrorismo económico” el paquete de anuncios de la Casa Blanca.
Las sanciones de los Estados Unidos, la Orden Ejecutiva
de Donald Trump, y la posición de Guaidó, respaldándolas.
Sin embargo, el canciller Arreaza señaló que Estados
Unidos “está dinamitando y tratando de implosionar el proceso de diálogo”. El
funcionario agregó: “El presidente Maduro reiteró ayer que ni mil Trumps, ni
cuatrocientos Boltons, ni trescientos Pompeos, ni trescientos Guaidós, van a
lograr que nos levantemos de la mesa de diálogo”. Pero se levantaron. Y al
levantarse, vinieron los anuncios de la ofensiva.
A través del programa Con el Mazo Dando, Diosdado Cabello
le dijo a la oposición que “guerra es guerra”.
El dirigente oficialista había señalado semanas antes que
al enemigo interno había que darle el trato de enemigo interno. Y ese enemigo
interno no es otro que Guaidó y la dirigencia opositora, la que hace vida en la
Asamblea Nacional, la que milita en los partidos Voluntad Popular, Acción
Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo. No será la primera vez que el
régimen arremeta contra los parlamentarios. Hay diputados presos, hay diputados
asilados en sedes diplomáticas, hay diputados en el exilio, hay diputados con
la inmunidad parlamentaria allanada.
En ese sentido, Cabello indicó que “se reservan cualquier
tipo de actuación desde la Asamblea Nacional Constituyente”, y Maduro le tomó
la palabra.
«Vamos a activar una contraofensiva con la Asamblea Nacional
Constituyente con todos los poderes y vamos a hacer justicia, frente a los
vende patria y traidores a la patria, vamos con todo, quieren batalla, vamos a
la batalla estamos listos, ya basta de tanto desmedro contra Venezuela», afirmó
Cabello.
Los dirigentes de la oposición temen allanamientos a la
inmunidad parlamentaria, persecuciones y juicios.
Posiblemente, eso facilitará el regreso de los diputados
del PSUV, el partido del régimen, al Parlamento venezolano, con el fin de darle
la estocada final a la presidencia de Guaidó.
El accionar oficialista comprendería la ofensiva de la
Asamblea Nacional Constituyente, presidida por Diosdado Cabello, del Tribunal
Supremo de Justicia, presidido por Maikel Moreno, y de la Fiscalía General de
la República, encabezada por Tarek William Saab. A eso se le sumaría la nueva
correlación de fuerzas en el Parlamento forzada por el chavismo.
La idea del plan es ponerle punto final al liderazgo de
Guaidó, quien ha hecho el milagro de mantener a la oposición unida, y lograr el
milagro de que la comunidad internacional lo respalde y lo reconozca.
Para el oficialismo, la desaparición de Guaidó
contribuiría con el desmoronamiento de todo el movimiento opositor. Pedro
Benítez le atribuye esta frase al secretario General de Acción Democrática y ex
presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, quien alertó lo
siguiente: “Después de Guaidó la fosa común”.
Fuente: información de: AlNavío. Por Redacción Miami Diario