16 de enero de 2022

La inmunidad de rebaño se reduce en unos meses ante covid-19

La mayoría de los gobiernos, con la excepción de algunos como Australia, como se demostró esta semana con el drama generado por el ingreso al país de la estrella del tenis Novak Djokovic, aceptan el estado "recuperado" como una forma de inmunidad al covid-19.

Esto significa que si alguien se contagió recientemente y se recuperó, se considera que está adecuadamente inmunizado.

Pero, ¿cuánto protegen los anticuerpos de la infección en comparación con los de las vacunas? ¿Y cómo se factoriza la variante ómicron en la ecuación?

La respuesta a la pregunta no es sencilla. Hasta ahora, las investigaciones sugieren que depende principalmente de con qué variante se infectó una persona y cuándo dio positivo.

Recuperación vs. vacunación: lo que dice la investigación hasta ahora

Antes de la ola de ómicron, la regla científica general era que un brote de infección (de cualquier variante) brindaba una inmunidad comparable a una sola dosis de vacuna, según Julian Schulze zur Wiesch, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf.

Antes de que ómicron formara parte del panorama, las investigaciones generalmente mostraban que las personas que habían adquirido inmunidad a través de un contagio de covid-19 estaban protegidas en los meses posteriores a la infección, pero que la inmunidad comenzaba a reducirse después de cuatro a seis meses.

Pero aún no está claro si esa "inmunidad natural" preómicron protegía más que la vacunación.

Un estudio publicado a finales de octubre de 2021 por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos encontró que los adultos no vacunados que dieron positivo entre tres y seis meses antes, tenían cinco veces más probabilidades de dar positivo que los adultos vacunados que no se habían contagiado previamente.

Este estudio reconoció que la investigación solo se realizó en pacientes con la enfermedad lo suficientemente grave como para requerir hospitalización y que los resultados no pueden generalizarse e incluir pacientes no hospitalizados. 

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La inmunidad de rebaño se reduce en unos meses ante covid-19

La inmunidad de rebaño se reduce en unos meses ante covid-19

La mayoría de los gobiernos, con la excepción de algunos como Australia, como se demostró esta semana con el drama generado por el ingreso al país de la estrella del tenis Novak Djokovic, aceptan el estado "recuperado" como una forma de inmunidad al covid-19.

Esto significa que si alguien se contagió recientemente y se recuperó, se considera que está adecuadamente inmunizado.

Pero, ¿cuánto protegen los anticuerpos de la infección en comparación con los de las vacunas? ¿Y cómo se factoriza la variante ómicron en la ecuación?

La respuesta a la pregunta no es sencilla. Hasta ahora, las investigaciones sugieren que depende principalmente de con qué variante se infectó una persona y cuándo dio positivo.

Recuperación vs. vacunación: lo que dice la investigación hasta ahora

Antes de la ola de ómicron, la regla científica general era que un brote de infección (de cualquier variante) brindaba una inmunidad comparable a una sola dosis de vacuna, según Julian Schulze zur Wiesch, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf.

Antes de que ómicron formara parte del panorama, las investigaciones generalmente mostraban que las personas que habían adquirido inmunidad a través de un contagio de covid-19 estaban protegidas en los meses posteriores a la infección, pero que la inmunidad comenzaba a reducirse después de cuatro a seis meses.

Pero aún no está claro si esa "inmunidad natural" preómicron protegía más que la vacunación.

Un estudio publicado a finales de octubre de 2021 por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos encontró que los adultos no vacunados que dieron positivo entre tres y seis meses antes, tenían cinco veces más probabilidades de dar positivo que los adultos vacunados que no se habían contagiado previamente.

Este estudio reconoció que la investigación solo se realizó en pacientes con la enfermedad lo suficientemente grave como para requerir hospitalización y que los resultados no pueden generalizarse e incluir pacientes no hospitalizados. 

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