20 de marzo de 2024

 



Puerto Rico, Con la finalidad de dar a conocer las necesidades de la comunidad inmigrante en la isla fue realizado el conversatorio “La otra frontera: Migración en Puerto Rico”, a cargo de los panelistas Romelinda Grullón, directora del Centro de la Mujer Dominicana; Ruth Nina Estrella, psicóloga y catedrática de la Universidad de Puerto Rico y el candidato a Doctorado en Sociología de la Universidad de Pennsylvania, Carlos Aguilar.


El racismo, la marginación, la violencia de género, las persecuciones policiales y las situaciones de salud física y mental que viven los dominicanos en la isla fueron partes de los puntos tratados en el encuentro que tuvo lugar en la Casa Dominicana, ubicada en Santurce.

La doctora Ana Marchena, moderadora del conversatorio, introdujo a quienes compartieron con el público los datos obtenidos de sus investigaciones.


Romelinda Grullón se refirió a lo difícil que fue el inicio del Centro de la Mujer Dominicana, fundado hace más de 20 años en Puerto Rico. Agradeció el apoyo brindado, en ese entonces, de un grupo de personas, especialmente, de María Dolores Fernós, (fallecida) abogada y defensora de los derechos de la mujer. 


En sus interacciones con la comunidad Grullón se percató de las situaciones críticas que vivían las mujeres inmigrantes, especialmente aquellas de estatus no regularizado. “Era bien fuerte por la pobreza, el discrimen, la xenofobia y el racismo que sufrían a diario”, resaltó.

Dijo que junto a la Universidad de Puerto Rico hicieron una investigación cuyo resultado estableció que de cada diez mujeres entrevistas ocho eran víctimas de violencia doméstica y agresión sexual. “Esto fue un escándalo fuerte y una situación de salud pública, por eso el programa más importante que tenemos en Casa de la Mujer Dominicana es sobre la violencia de género”.


Hasta el día de hoy han impactado en ese espacio a mujeres de más de 36 nacionalidades, siendo la de mayor población las dominicanas.


Grullón enfatizó en que la mujer dominicana, residente en Puerto Rico, es muy trabajadora, pero con salarios muy bajos. En algunos casos, son explotadas laboralmente y no cuentan con ningún tipo de ayuda por las tantas restricciones que existen.


De su lado, la psicóloga Ruth Nina Estrella, compartió datos de sus investigaciones académicas sobre la comunidad dominicana en Rio Piedras, zona rica en diversidad cultural por poseer habitantes puertorriqueños, dominicanos, libaneses, palestinos, haitianos e Islas Vírgenes, entre otros.


Un estudio de necesidades en la zona señaló que los nacidos en la isla manifestaron tener dos grandes problemas en el sector de Rio Piedras, primero: los estudiantes universitarios y segundo los residentes dominicanos. “Esto me impactó como psicóloga social por encontrarnos con una mirada xenofóbica. Hay mucha ignorancia y por eso algunas personas rechazan otras culturas, no solamente la dominicana, es por desconocimiento”.


Nina Estrella desarrolló, en aquel entonces, un manual psicoeducativo para ir impactando a los diferentes grupos de Rio Piedras sobre la sana convivencia, el ser buen ciudadano y tener conocimiento de culturas distintas. “Hicimos que las personas reflexionaran sobre el rol que los individuos tenían dentro de la comunidad”. 


Al abordar el tema de la discriminación con los inmigrantes, destacó que “en Puerto Rico sí hay racismo y marginación contra la comunidad dominicana en todos los sentidos”.

Mientras que Carlos Aguilar expresó que desde el 2019 se ha enfocado en entender las experiencias y necesidades de la comunidad dominicana en la isla, haciendo énfasis en aquellas personas con estatus irregular, sin dejar de lado, a la población inmigrante en sentido general.


Su estudio será la base para su tesis doctoral y posiblemente, en el futuro, pueda convertirlo en un libro.


Dijo que su trabajo ha sido aprobado por un Comité de Revisión Institucional de la Universidad de Harvard y de Pennsylvania, quienes se enfocan en salvaguardar la privacidad y derechos de los entrevistados.


“Quiero hablar en primer plano del rol de la policía de Puerto Rico, y en su momento, la Guardia Nacional, han sido las instituciones que más abiertamente han perseguido y discriminado contra la comunidad, más no las únicas. En mis pláticas han surgido el tema de la persecución, el racismo y el miedo a los cuales fueron sujetos importantes segmentos de la población dominicana”, puntualizó.


Algunas cosas han cambiado, como es la Reforma Policial del 2012 y el acceso a una licencia de conducir para inmigrantes sin estatus regular en el 2013. Hoy día las personas con la que ha conversado ya no parecen tener ese miedo constante a la deportación, ese temor es menos intenso.


Aguilar manifestó que encontró en los entrevistados sentimientos de soledad, tristeza, depresión y ansiedad por no poder viajar a estar con sus familias por su situación migratoria no regular, sumando a esto el sentirse invisibles o ignorados dada la falta de organizaciones que ofrezcan apoyo o luchen por los intereses de este segmento de la población.


El candidato a doctorado se refirió además a las experiencias de personas que llegaron a Puerto Rico a una edad temprana, y que recibieron protecciones bajo el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).



Por: Sonia Quezada

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Ofrecen conversatorio: La otra frontera: Migración en Puerto Rico

 



Puerto Rico, Con la finalidad de dar a conocer las necesidades de la comunidad inmigrante en la isla fue realizado el conversatorio “La otra frontera: Migración en Puerto Rico”, a cargo de los panelistas Romelinda Grullón, directora del Centro de la Mujer Dominicana; Ruth Nina Estrella, psicóloga y catedrática de la Universidad de Puerto Rico y el candidato a Doctorado en Sociología de la Universidad de Pennsylvania, Carlos Aguilar.


El racismo, la marginación, la violencia de género, las persecuciones policiales y las situaciones de salud física y mental que viven los dominicanos en la isla fueron partes de los puntos tratados en el encuentro que tuvo lugar en la Casa Dominicana, ubicada en Santurce.

La doctora Ana Marchena, moderadora del conversatorio, introdujo a quienes compartieron con el público los datos obtenidos de sus investigaciones.


Romelinda Grullón se refirió a lo difícil que fue el inicio del Centro de la Mujer Dominicana, fundado hace más de 20 años en Puerto Rico. Agradeció el apoyo brindado, en ese entonces, de un grupo de personas, especialmente, de María Dolores Fernós, (fallecida) abogada y defensora de los derechos de la mujer. 


En sus interacciones con la comunidad Grullón se percató de las situaciones críticas que vivían las mujeres inmigrantes, especialmente aquellas de estatus no regularizado. “Era bien fuerte por la pobreza, el discrimen, la xenofobia y el racismo que sufrían a diario”, resaltó.

Dijo que junto a la Universidad de Puerto Rico hicieron una investigación cuyo resultado estableció que de cada diez mujeres entrevistas ocho eran víctimas de violencia doméstica y agresión sexual. “Esto fue un escándalo fuerte y una situación de salud pública, por eso el programa más importante que tenemos en Casa de la Mujer Dominicana es sobre la violencia de género”.


Hasta el día de hoy han impactado en ese espacio a mujeres de más de 36 nacionalidades, siendo la de mayor población las dominicanas.


Grullón enfatizó en que la mujer dominicana, residente en Puerto Rico, es muy trabajadora, pero con salarios muy bajos. En algunos casos, son explotadas laboralmente y no cuentan con ningún tipo de ayuda por las tantas restricciones que existen.


De su lado, la psicóloga Ruth Nina Estrella, compartió datos de sus investigaciones académicas sobre la comunidad dominicana en Rio Piedras, zona rica en diversidad cultural por poseer habitantes puertorriqueños, dominicanos, libaneses, palestinos, haitianos e Islas Vírgenes, entre otros.


Un estudio de necesidades en la zona señaló que los nacidos en la isla manifestaron tener dos grandes problemas en el sector de Rio Piedras, primero: los estudiantes universitarios y segundo los residentes dominicanos. “Esto me impactó como psicóloga social por encontrarnos con una mirada xenofóbica. Hay mucha ignorancia y por eso algunas personas rechazan otras culturas, no solamente la dominicana, es por desconocimiento”.


Nina Estrella desarrolló, en aquel entonces, un manual psicoeducativo para ir impactando a los diferentes grupos de Rio Piedras sobre la sana convivencia, el ser buen ciudadano y tener conocimiento de culturas distintas. “Hicimos que las personas reflexionaran sobre el rol que los individuos tenían dentro de la comunidad”. 


Al abordar el tema de la discriminación con los inmigrantes, destacó que “en Puerto Rico sí hay racismo y marginación contra la comunidad dominicana en todos los sentidos”.

Mientras que Carlos Aguilar expresó que desde el 2019 se ha enfocado en entender las experiencias y necesidades de la comunidad dominicana en la isla, haciendo énfasis en aquellas personas con estatus irregular, sin dejar de lado, a la población inmigrante en sentido general.


Su estudio será la base para su tesis doctoral y posiblemente, en el futuro, pueda convertirlo en un libro.


Dijo que su trabajo ha sido aprobado por un Comité de Revisión Institucional de la Universidad de Harvard y de Pennsylvania, quienes se enfocan en salvaguardar la privacidad y derechos de los entrevistados.


“Quiero hablar en primer plano del rol de la policía de Puerto Rico, y en su momento, la Guardia Nacional, han sido las instituciones que más abiertamente han perseguido y discriminado contra la comunidad, más no las únicas. En mis pláticas han surgido el tema de la persecución, el racismo y el miedo a los cuales fueron sujetos importantes segmentos de la población dominicana”, puntualizó.


Algunas cosas han cambiado, como es la Reforma Policial del 2012 y el acceso a una licencia de conducir para inmigrantes sin estatus regular en el 2013. Hoy día las personas con la que ha conversado ya no parecen tener ese miedo constante a la deportación, ese temor es menos intenso.


Aguilar manifestó que encontró en los entrevistados sentimientos de soledad, tristeza, depresión y ansiedad por no poder viajar a estar con sus familias por su situación migratoria no regular, sumando a esto el sentirse invisibles o ignorados dada la falta de organizaciones que ofrezcan apoyo o luchen por los intereses de este segmento de la población.


El candidato a doctorado se refirió además a las experiencias de personas que llegaron a Puerto Rico a una edad temprana, y que recibieron protecciones bajo el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).



Por: Sonia Quezada