Es una condición que aumenta de manera desproporcionada y que afecta cada vez más al mundo moderno.
A
pesar de los avances tecnológicos y los cambios sociales que se han
desarrollados con ánimo de mejorar nuestra calidad de vida la depresión es una
sombra al acecho y lista para atacarnos a todos y cada uno de nosotros.
Nadie
es invencible e inmune a su amenaza. No importa el dinero, apellido fama o
apariencia física. Me ha fascinado el interés que en los últimos años se le ha
dedicado al diagnostico y tratamiento de esta incapacitante enfermedad y aquí
les describo algunos de los síntomas y signos que pueden ser parte solitario o
en conjunto de la enfermedad depresiva.
Tal
vez el concepto más importante es entender que la depresión no se trata de
tristeza y aunque el sentirse triste es un sentimiento cardinal de la depresión
todos y cada uno de nosotros normalmente nos vamos a sentir triste en algún
momento.
O
sea que además de la tristeza hay otros elementos importantes de la depresión:
la perdida de interés o placer por cosas que antes nos divertían y atraían,
trastornos del sueño ya sea insomnio o por el contrario dormir exageradamente,
trastornos de la memoria, dificultad para concentrarnos o muy frecuentemente
para tomar decisiones.
El
sentirnos ansiosos o sentirnos continuamente fatigados y carente de energía
para hacer tareas que anteriormente disfrutábamos. Bastante común y
popularmente conocido es el trastorno del peso ya sea con aumento o pérdida de
peso y con cambio concomitante en el apetito (o tendemos a comer poco o
demasiado), y muy importante un sentimiento miserable de sentirnos insignificantes,
de que no valemos nada o peor aún, un sentimiento profundo de culpa.
En
su etapa más grave y avanzada ya aparecen los pensamientos suicidas que
requieren atención Psiquiátrica urgente y hasta donde nunca llegaríamos
terminar antes de haber recibido consejería profesional.
Lo más importante es recordar que no
estamos solos en esta lucha y la decisión de buscar ayuda no solamente es una
decisión sabia y valiente sino que nos puede salvar la vida además de que nos
va a encaminar por una ruta de esperanza, de mejor calidad de vida y nos
devolverá el sentimiento de amor por uno de los privilegios más preciado de
este mundo: la vida misma.www.zabalaaldia.com
Por Dr. Eliscer Guzmán