
La policía el jueves interceptó paquetes
sospechosos dirigidos al actor Robert De Niro y al ex vicepresidente Joe Biden,
y fuentes policiales dijeron que eran explosivos rudimentarios, parecidos a los
enviados al ex presidente Barack Obama, a Hillary Clinton y a CNN.
Exámenes de rayos X determinaron que el
paquete en Manhattan dirigido a De Niro contenía un dispositivo parecido a los
enviados a otros dirigentes demócratas o entidades que se oponen a la
presidencia de Trump.
Una fuente oficial, que pidió permanecer
anónima, dijo que un paquete similar dirigido a Biden fue interceptado en
Delaware.
Los paquetes están siendo descubiertos en
momentos en que aumentan las tensiones políticas en el país y poco antes de
unas cruciales elecciones legislativas.
El día anterior se habían descubierto
paquetes con explosivos dirigidos al ex presidente Obama, a Hillary Clinton y a
CNN, entre otras figuras. Los paquetes fueron interceptados en Nueva York,
Washington, D.C., Florida y California.
Ninguno de los artefactos detonó y nadie
resultó lesionado
Los blancos de las bombas fueron algunas de
las personalidades criticadas con mayor frecuencia por Trump, quien todavía
ataca a Clinton en sus actos mientras sus seguidores corean, “que la
encierren”, a pesar de que la derrotó electoralmente hace casi dos años y ella
prácticamente ha abandonado la escena política. Trump también suele destacar a
CNN en sus diatribas contra los medios que según él propalan “noticias falsas”.
El jueves, sin mencionar directamente las
bombas, Trump le echó la culpa a la prensa por “la ira”.
"Gran parte de la Ira que vemos en
nuestra sociedad se debe a las noticias intencionalmente falsas e inexactas
propagadas por la Prensa Tradicional lo que llamo Noticias Falsas",
escribió el presidente en un tuit matutino.
"Ha empeorado tanto y se ha vuelto tan
odioso que ni se puede describir. La Prensa Tradicional tiene que rectificar ¡Y
PRONTO!”
Horas antes Trump bajó los decibeles en un
acto en Wisconsin el miércoles por la noche.
“Llevémonos bien”, dijo. “Y ya que estamos,
¿ven que me porto bien esta noche? ¿Alguna vez vieron algo parecido?”.
Los atentados desplazaron otras noticias en
una temporada política tensa que podría llevar a un Congreso con nuevas
mayorías y servir de referendo sobre los dos primeros años de la presidencia de
Trump. Los hechos provocaron pánico en edificios ante informes de otros
explosivos que resultaron infundados. Probablemente acentuarán los temores de
violencia mortífera en momentos de enfrentamientos enconados entre los partidos
por temas como la inmigración, la Corte Suprema y el trato a las mujeres.
Las bombas, cada una con una pequeña batería,
medían algo más de 15 centímetros y estaban llenas de polvo y fragmentos de
vidrio, dijo una fuente policial que vio imágenes tomadas con rayos X y habló
bajo la condición de anonimato por tratarse de una investigación en desarrollo.
La fuente dijo que los artefactos fueron
fabricados con tubos de PVC y cubiertos con cinta negra.
El primer explosivo detectado fue el lunes,
en la casa del filántropo multimillonario George Soros en un suburbio de Nueva
York. Soros suele donar grandes sumas de dinero a causas liberales.
Otro paquete fue enviado al ex secretario de
justicia Eric Holder pero terminó en la oficina en Florida de la representante
demócrata Debbie Wasserman Schultz, cuyo nombre aparecía como la remitente.
La noche del miércoles el FBI dijo que otros
dos paquetes con explosivos fueron interceptados, dirigidos a la representante
demócrata Maxine Waters.